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A LA BÚSQUEDA DEL PERIODISMO PERDIDO

 Publicado: 06/02/2019

¿Periodismo independiente?


Por Fernando Rama


Hay quienes creen en la posibilidad de ejercer un periodismo independiente. En nuestro medio el adalid de esta imposible modalidad en materia de medios de comunicación es, sin duda, el semanario “Búsqueda”.

La independencia en el ejercicio de este tipo de periodismo es presentada de diversas maneras. En ocasiones se menciona el derecho a la información, lo que es muy loable, aunque edición tras edición este derecho es practicado en forma consecuente pero sin que falte el matiz ideológico que es imposible de evitar. Otras veces se sostiene que la independencia consiste en hacer oír todas las voces, pero la habilidad consiste en seleccionar las voces de acuerdo a los intereses políticos del cuerpo de redacción.

A lo largo de estos últimos quince años la economía del país registró un crecimiento permanente, con porcentajes de incremento del PBI que han variado, como sucede a nivel de la economía global o en cualquier otro país. Pero se ha registrado una secuencia de crecimiento que para el país es totalmente inédita. Pues bien, como asiduo lector del mencionado semanario, no he logrado encontrar un solo editorial que no busque menoscabar la importancia de este hecho. Siempre existe una forma de poner entre paréntesis los logros del gobierno, siempre aparece la frase agorera de males futuros. Durante mucho tiempo los méritos del gobierno frenteamplista eran producto del “viento de cola”; más tarde los éxitos en la gestión macroeconómica eran producto de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos. Y así sucesivamente. De manera persistente se editorializa pronosticando peligros: déficit fiscal elevado, atraso cambiario en ciernes, baja productividad de las empresas, caída de la inversión.

La línea periodística de “Búsqueda” está marcada por la huella de su fundador, el doctor Ramón Díaz y su tenaz prédica del neoliberalismo económico, si bien este sesgo ideológico no siempre aparece mencionado expresamente, excepto en las columnas del infaltable Rodolfo Fatorusso, el más consecuente defensor del pensamiento de Hayek y el más obsecuente fóbico de todo aquello que proponga el Frente Amplio. Aunque el tema sea la obra literaria de Proust, de Borges o de cualquier otro.

En la edición fechada el 17-23 de enero de 2019 es posible encontrar claros indicios de una concepción periodística que nada tiene que ver con la mentada independencia.

El editorial de dicha edición es puramente descriptivo y está centrado en los hechos económicos más recientes. La colocación de un nuevo bono 2031 le rindió al país 850 millones de dólares, a lo que se debe sumar la ganancia de otros 80 millones de dólares provenientes del ahorro en unidades indexadas. Pero el énfasis del artículo no está colocado allí. Si bien se reconoce la holgura de caja que posee el país, igual estamos ante un período marcado por la incertidumbre. Esta incertidumbre está generada, según el editorialista, por el déficit fiscal –caballito de batalla de todos los opositores– y por una temporada turística que será menor al record alcanzado el verano pasado. Nada se dice de la excelencia del esfuerzo llevado a cabo por el Ministerio de Turismo en ejemplar sintonía con los operadores del sector a los efectos de paliar las catástrofes provenientes de nuestros dos grandes vecinos. Por otra parte, el editorialista debiera preguntarse por las muy escasas economías nacionales que navegan en la certidumbre.

Pero el colmo de la arrogancia está cubierto por la columna firmada por Álvaro Danza. Se trata de un artículo centrado en la inteligencia de los uruguayos. Se afirma, por ejemplo, que “los más inteligentes, salvo algunas excepciones, no se dedican a la política”. Podemos sumar otras dos afirmaciones: “sólo escuchar la palabra Estado genera alergia en la mayoría de los destacados intelectualmente” y “los que asumen son los que no se destacan por la inteligencia sino por la militancia o por la belleza de los votos”. Dejando de lado el sesgo antidemocrático de esta última expresión (la belleza de los votos), la conclusión es que los que ocupan cargos en el Estado, gobernado por el Frente Amplio, son poco destacados intelectualmente. Los mediocres serían entonces los gobernantes y los “inteligentes” se encuentran en otra parte. ¿Tal vez en los equipos de asesores expertos de Lacalle Pou, perdón, Luis, o Ernesto Talvi? ¿O son parte de los gobiernos departamentales no frentistas? Es evidente que el señor Danza debe haber medido la “inteligencia” de gran parte de los uruguayos y uruguayas.

En el mismo número se publica una entrevista a Talvi. Más allá de las consideraciones sobre la interna colorada que contiene dicha conversación, se puede leer el diagnóstico de los “inteligentes” asesores del candidato: falta de empleo e inversión, inseguridad, fracaso educativo y fractura social. Nada se menciona de los diez logros relevantes seleccionados por Tabaré Vázquez en su última intervención en ADM. Son, seguramente, logros de los mediocres que han colocado a Uruguay en los primeros lugares latinoamericanos en casi todos los rubros económicos y sociales medibles por la CEPAL y otros organismos internacionales. El propio semanario Búsqueda ha publicado un par de artículos escritos por Enrique Iglesias elogiando el desempeño económico y social del país, valiosos porque provienen de alguien que además de inteligente y dedicado a la política no puede ser sospechado de izquierdista.

Otra muestra de “independencia periodística” la proporciona la columna de humor, firmada por Kid Gragea. Todas las humoradas de este pertinaz colaborador están dirigidas a mofarse de personalidades del Frente Amplio o del PIT-CNT, escritas en un estilo que difícilmente genere alguna leve sonrisa en algún que otro lector. Excepto, claro, en los inteligentes.

La oferta periodística de Búsqueda se completa con otros dos componentes. Por un lado encontramos la sección Carta de los Lectores, que en gran medida colabora muy bien con la “independencia periodística” del semanario. Por otra parte tenemos la lujosa revista “Galería”, una glamorosa muestra de frivolidad rampante. No se me ocurre nada que sea más “de menos” que dicha publicación.

5 comentarios sobre “¿Periodismo independiente?”

  1. ¡¡¡Atención!!! Creo que el Fattoruso que escribe en (¿el tan independiente?) Búsqueda no es Hugo sino «el bien mandado» Rodolfo M. Fattoruso, editor del asesino Gavazzo.

  2. Efectivamente Carlos, Rodolfo Fattoruso es el editor de Gavazzo . Por otra parte Kid Gragea corresponde a un ex alto jerarca de un laboratorio farmacéutico multinacional, abogado, socio y colaborador de Ramón Díaz (y por ende cofundador de Búsqueda): Ramiro Rodríguez-Villamil Rivière. Para él el humor es «un arma política» y el crochet y punto cruz en su agitada vida de negocios. Fue dueño y director de Radio Sarandí (1991-2000), (antes había jugueteado con los micrófonos cuando el dueño de la radio era Jorge Nelson Mullins a quien se la compró). Ex director de Canal 5 (2002 – 2005). Honorariamente opera como presidente de la Sociedad Francesa de Enseñanza que administra el Liceo Francés pero su especialidad es el derecho comercial, los contratos y las inversiones (es el abogado estrella del Grupo Lecueder). Actualmente es el principal accionista y director de Midery S.A. propietaria del Salto Shopping Terminal (no confundir con el Bagashopping). Desde el punto de vista humorístico o desde la política es un pituco que no es capaz de producir ni medio cuplé como la gente.

  3. En el gobierno de Mujica, las decisiones fuertes del Presidente eran publicadas por el semanario en cuestión. Es más, los jerarcas se enteraban primero por el periódico que por el propio Pepe. Es decir, Búsqueda patea para donde le conviene.

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