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AL PIE DE LAS LETRAS
Poemas
Por Omar Tagore
LA MENTE COMO PIENSO OSCURO
(Del libro inédito Silos de Desprendimientos)
La máscara mastica una zona,
como el Saturno de Goya.
Y avanza hasta llegar a sus cortesías,
la vuelve un personaje trágico
vestido para el fin. Por dentro su traje
de intrépido, de especie
de mono espacial y enigmático.
Su esqueleto es un astronauta
encubierto o guarecido de la lluvia
bajo la peluda piel. Aquí esas cosas
pueden conducir con tranquilidad
sus deseos junto al visible reverso
de una nave oblicua y pueblerina.
Ahí mismo hay un manual de
Instrucción para armar y desarmar
una estrella negra o un hombre
blanco que se agrieta lentamente.
Piensa en esa parda Pentalfa.
Ya podrías ensamblarla como
esos juegos didácticos que diseñan
en China con todas sus sombras
que solo encastran, andan y cantan.
La imagen lúdica y a la vez pulcra,
estilizada, de la Desintegración,
la elegancia caótica del cangrejo .
No hay violencia en esto,
la música no lucha por sí,
no tiene brazos. Ella obedece
Incluso cuando dejamos caer las armas.
(a D. Bowie, in memoriam)
DEL DJ AIMÉ DE ELEUSIS
Ayer 10 de diciembre del 3017,
mil años después de la caída
del ave del sauce, de oriental zafiro.
Llegó finalmente Jaime Lepé
y con él vino su amigo Lemebel.
En realidad vino con algo más:
un anclaje que tanto busqué.
La aniquilación del yo. Y no se
Puede. Y sí se puede vivir una
vida duplicada en verdades, una
sin “yo” y otra con “yo”. Una,
parecida a la infancia o al éxtasis
místico, cuya alettas dorsales
se parecen y es fácil confundirlos.
Otra, donde se toma distancia,
uno se viste, pone el ojo tras la
horqueta, y tensa la redonda vocal
–el benteveo no debe derrumbarse-
para tener una visión un tanto
anquilosada y hasta inteligente
de esa infancia donde no es
posible ver la palabra más que
como una entidad enérgica
de pecho mullido incapaz de
recortar algo de este mundo,
mientras Néstor fala de un “rara”
Secta. Una vez ra, otra vez ra.
La materialización del templo
elemental brota como una broma
entre los labios: dos columnas
y el ara en medio. Néstor sal.
El dios solar que sabes. Un canal
que siempre será el mismo, no
tiene sentido cambiar e inaugurar
otra vía, a no ser que se quiera
dar vida y vuelta al árbol, al árbol
más antiguo del lenguaje. El árbol
del mundo, el árbol visible,
matérico y barroco. La interferencia.
La seductora interferencia que
nos rodea con todos sus espejos.
(a N. Perlongher, in memoriam)