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 Publicado: 07/12/2016

Este número de vadenuevo


Por Equipo de Redacción


La madre de Jorge Luis Borges murió a los 99 años. En el velatorio, una mujer le trasmitió sus condolencias al escritor:

-¡Qué cosa! ¡Pensar que si hubiese vivido un año más, habría llegado al siglo!

-Señora, me llama la atención su admiración por el sistema métrico decimal –le respondió Borges.

Cabe suponer el desconcierto de la mujer ante el inesperado comentario, pero, ¿serán muchos los que no creen importante llegar a 100, ya sea años de vida, cuadras caminadas, biblias coleccionadas o, como en el caso de vadenuevo por estos días, números publicados de una revista digital? Pese a que los acontecimientos más importantes para las personas y sus emprendimientos no tienen por qué guardar relación con las cifras terminadas en cero, dejamos ‑sin interponer escepticismos borgeanos- que ellas nos ayuden a dimensionar nuestros esfuerzos. Aprovechemos entonces este centenar para mirar un poco hacia atrás y para reafirmar nuestra intención de seguir marchando con todos los que lo deseen. Y, como lo prescribe toda tradición que se precie, hacer esta vez un número especial: este que precede al Nro. 100 de vadenuevo.

Quien ingresa a la revista recibe la información del número que ha abierto, pero en la portada no se le dice que está en el ciberespacio, ininterrumpidamente, desde el miércoles 1 de octubre de 2008, dato que, tal vez, aunque no tenga el “poder” de los números “redondos”, resulte tan o más importante que el “100” para dar una idea sobre los trabajos y los días de esta revista.

Más allá de las historias personales previas de quienes hace más de ocho años emprendieron esta experiencia y de los cambios en la integración del Equipo de Redacción, importa recordar el propósito que los unió y sigue inspirando a los responsables actuales: “contribuir a la reflexión, a la crítica, a la edificación”.

Con las diferencias propias de un medio que admite y propicia la diversidad de enfoques ha cumplido con ese propósito original desde una común visión humanista, socialmente comprometida, identificada con valores inclaudicables: la libertad, la democracia, la justicia y la equidad, el trabajo, el desarrollo humano, la solidaridad, la paz, la honestidad intelectual, el respeto.

Tras ocho años y llegando a los cien números, el objetivo sigue siendo el mismo, aunque muchas cosas han cambiado en esa realidad que vadenuevo ha intentado interpretar y aportar a ella desde su modesta dimensión.

Este no será un número de balance. Preferimos dejarlo a cargo de los lectores. Nos limitamos aquí a destacar la vastedad y variedad de temas y la diversidad de enfoques contenidos en 1.086 artículos y en centenares de aportes literarios y artísticos.

Sobre las temáticas abordadas es imposible dar idea sin incurrir en gruesas omisiones. No seríamos justos con los 354 autores, mujeres y hombres, que han escrito para vadenuevo, que han opinado en entrevistas, que han expuesto sus obras plásticas y literarias. Sin intenciones de ingresar en el terreno de la valoración, nos permitimos también destacar la originalidad de muchos trabajos, en los que se han abierto caminos de reflexión inéditos sobre diversos tópicos.

En esta revista se han expuesto opiniones e investigaciones sobre temas sociales, políticos, culturales en un amplio sentido. Se ha ingresado en áreas como la política -en sus diversos aspectos, en lo nacional e internacional-, la economía, las finanzas, la producción industrial, el desarrollo agropecuario, la pesca, la energía, la matriz productiva, la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendedurismo, la salud en sus múltiples dimensiones, el medioambiente y la ecología, los servicios, la historia nacional y universal, los nuevos temas de la agenda global, regional y nacional, la mujer, la niñez y la adolescencia, las minorías, los derechos de todos los colectivos humanos y el rechazo a toda forma de discriminación, la literatura y el arte, incluso con espacios permanentes de crítica literaria y cinematográfica. Y también el humor, que en diversas expresiones ha tenido su merecido espacio en vadenuevo.

La notoria dificultad anteriormente expuesta para ordenar la incompleta reseña de temas abordados desde nuestra revista es indicativa de la dimensión que ha ido tomando en ella la reflexión sobre los problemas, los desafíos, las posibilidades, los dramas, los avances, las esperanzas y las frustraciones de la gente de nuestro tiempo, en nuestro pequeño país y en el mundo.

Este “redondo” número 100 nos ha impuesto, como acto de “corrección política”, este mensaje, que es también la expresión de nuestra voluntad de proseguir y de -faltaba más- mejorar.

Es un buen momento, como lo sería cualquier otro momento, como lo son todos los momentos, para agradecer a nuestros lectores y colaboradores, a quienes han hecho posible que vadenuevo sea leída y vista, sea escrita y corregida, sea diagramada y subida al espacio virtual, sea recibida y compartida, sea estimulada a seguir y ayudada a existir.

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