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NI DIOS, NI PATRÓN, NI MARIDO: LAS RADICALES DE SIEMPRE
Virginia Bolten en Uruguay
Por Ana Sosa Cedrani
Marzo es celebrado como el mes de la mujer en Uruguay. Luego de la manifestación que solamente convocaba a mujeres en nuestro país, el pasado 8 de marzo, fue posible leer en la prensa varios artículos referidos a las características que la fecha tuvo este año. En este contexto hubo fuertes cuestionamientos a la proclama y a la radicalidad de las consignas, por lo que una pregunta interesante que corresponde hacerse es si este tipo de planteos forma parte de nuevas tendencias, propias del cambio de siglo. Todo parece indicar que no es así y basta para ello citar el caso de Virginia Bolten, aunque hay muchos más ejemplos.
El lema “Ni dios, ni patrón, ni marido” que figura encabezando este artículo perteneció a un periódico feminista de filiación anarquista redactado por mujeres y que se llamaba “La voz de la mujer”, difundido en la Argentina entre 1896 y 1897, con más de diez mil ejemplares distribuidos en calles, talleres y fábricas. Sus impresos originales (los nueve números que consiguieron publicar) se conservan hoy en el Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam, Países Bajos.
Molineux (1986) cita un fragmento de su primer editorial:
“Compañeros y compañeras: ¡Salud! Y bien, hastiadas ya de tanto y tanto llanto y miseria, hastiadas del eterno y desconsolador cuadro que nos ofrecen nuestros desgraciados hijos, los tiernos pedazos de nuestro corazón, hastiadas de pedir y suplicar, de ser el juguete, el objeto de los placeres de nuestros infames explotadores o de viles esposos, hemos decidido levantar nuestra voz en el concierto social y exigir, exigir decimos, nuestra parte de placeres en el banquete de la vida.”
Un primer aspecto que nos llama la atención tiene que ver con el saludo inicial, que bien puede enmarcarse dentro del uso del lenguaje inclusivo sobre el que tanto se ha dicho y escrito en los últimos años, así como el discurso que surge del hartazgo de las condiciones de vida de las mujeres de finales del siglo XIX y comienzos del XX, especialmente de las mujeres trabajadoras. Si bien por entonces no existían en la misma medida los reparos lingüísticos que son comunes hoy con respecto al uso de los géneros al hablar, es inevitable traer a colación que esta forma de saludar suele cuestionarse actualmente por entender que el género masculino gramaticalmente puede abarcar a ambos géneros en ciertos contextos (particularmente en plural).
El periódico tiene relevancia en nuestro país por el hecho de que su redactora responsable, Virginia Bolten, tuvo una participación política destacada en los primeros años del siglo XX. Nació a finales del siglo XIX y su militancia anarquista y feminista en la ciudad de Rosario y en Buenos Aires la trajo a Uruguay donde termina sus días en el barrio montevideano de Manga.
Muñoz expresa, en un ensayo en construcción, que Virginia Bolten es un “mito potente” y podríamos agregar que, seguramente, desconocido por muchos. Su notoria participación política hizo que fuera temida y finalmente fue expulsada de la Argentina invocando Ley de Residencia de 1902,[1] tras lo cual se radicó con su familia en Uruguay.
Inés Cuadro (2017) señala que el diario batllista El Día publicaba con frecuencia escritos y conferencias de socialistas y anarquistas y este hecho y otros explicarían “…por qué dos anarquistas de actuación significativa en la Argentina, afectadas por la Ley de Residencia, optaran por radicarse en Montevideo: Virginia Bolten y Juana Rouco Buela”.
Por otra parte, como hacen notar Muñoz y Cuadro, eran frecuentes los vínculos entre anarquistas rosarinos y montevideanos, lo que explica la relación entre Virginia Bolten y Florencio Sánchez, que en Montevideo se materializa en la creación del Centro Internacional de Estudios Sociales.
Muñoz señala: “La primera noticia que tenemos de Bolten en Montevideo posterior a su inclusión en la mencionada lista de ‘anarquistas y agitadores que deben ser vigilados’ data del 27 de diciembre de 1902, cuando participa en la inauguración del Centro de Estudios Sociales del Cerro, ubicado en el Salón Silva, calle Inglaterra n° 5. Compartirá tribuna con Joaquín D. Barbarena (vinculado al Centro de Estudios Sociales Aurora) y Orestes Ristori (expulsado en virtud de la Ley de Residencia). El periódico La Rebelión comentó: ‘fueron muy aplaudidos por los asistentes que se retiraron satisfechos. Fue un buen día de propaganda’ (n°14, 18/01/1903).”
De su destacada participación social y política citemos que en 1912 veremos a Virginia Bolten en un acto de 1° de Mayo, convocado conjuntamente por la Federación Obrera y el Partido Socialista. Muñoz cita el relato del diario El Día sobre que “la señora Virginia Bolten pronunció un ardiente discurso, en el que reivindicó para la mujer el derecho de defender sus ideas. Afirmó que no quería aplausos sino conciencia.” Sus palabras en la ocasión exhiben lo difícil de la reivindicación femenina dentro del movimiento: “se nos llama machonas; y bien, si no sois capaces de luchar, os enseñaremos a ser hombres” (2/5/1912).
Es muy significativa la irrupción del discurso femenino en ámbitos estrictamente masculinos y es interesante el análisis de las tensiones entre el feminismo y el movimiento anarquista que realiza Cuadro con relación a algunos temas, entre ellos el sufragio femenino. Expresa que “… más allá de los planteos en torno al ‘amor libre’ y sus reclamos por la abolición de la prostitución que ponían en cuestión la ‘doble moral burguesa’, no correspondió al anarquismo formular un sistema de género alternativo. Algunas voces femeninas, como la de Juana Buela o la de Virginia Bolten, aspiraron a uno que fuese un poco más equitativo.”
El 1912 es un año crucial tras el cual los pasos de Bolten se vuelven difusos. Quienes han buceado en la historia la vinculan al batllismo, es decir, a ciertos sectores obreros que veían con simpatía las políticas obreristas impulsadas por José Batlle y Ordoñez. Señala Inés Cuadro que “(u)n acontecimiento marcará la tónica política del momento, y tendrá a Virginia Bolten como protagonista. Nos referimos a la velada organizada por el grupo La Nueva Senda realizada el 25 de marzo de 1912 en los salones de la Sociedad Francesa ‘en pro de la jornada de ocho horas y sobre temas de actualidad’”.
En los primeros años del siglo XX es posible rastrear la actividad de Bolten a través de numerosas conferencias y artículos en ambas márgenes del Plata. Luego de la primera década del siglo pasado no resulta sencillo para los investigadores seguir sus pasos. Existen algunos indicios de que en los años 30 se vinculó al grupo batllista Avanzar, como recuerda Luis Hierro Gambardella (1981), según cita Muñoz: “…doña Virginia se encontró en el batllismo con Grauert y su grupo. Ya, naturalmente, no era la oradora de sus años jóvenes y prefería ejercer un magisterio coloquial, de muy pocas y dulces palabras.”
Poco se sabe de su vida desde esa fecha hasta su muerte, ocurrida en 1960 en la ciudad de Montevideo. Quizá sea posible señalar que lo que hoy sorprende del discurso feminista no es nada nuevo, al contrario. Este artículo surge de una interrogante y constituye una invitación a indagar en la vida y obra de quien, hace más de 100 años, escribió las siguientes palabras que tienen un claro correlato con nuestros días:
“Es preciso [...] que comprendáis de una vez por todas que nuestra misión no se reduce a criar vuestros hijos y lavaros la roña, que nosotras también tenemos derecho a emanciparnos y a ser libres de toda clase de tutelaje, ya sea social, económico o marital”
Referencias:
Cuadro, I. (2017), Claves. Revista de Historia, Vol. 3, Nº 5. Montevideo, julio-diciembre de 2017 (pp. 213-248) ISSN 2393-6584. Anarquismo e identidades de género en el Uruguay del Novecientos.
Fernández, L., Cordero, A., Muñoz, P. (2013): Biografías anarquistas: Virginia Bolten.
Molineux, M. (1986): Ni Dios, ni Patrón, ni marido: El feminismo anarquista en la Argentina del siglo XIX.
Muy buen artículo..pienso utilizarlo en mis cursos de Sociología de primer año de las carreras de Magisterio y Profesorado..con el permiso de la autora.
Muy buen artículo, aplausos a la autora!!!
Muy bueno Ana, muy bueno. Muy interesante tu trabajo de investigación, de lecturas, que nos da- a mí, al menos- la posibilidad de acercarme a esta mujer tan crítica y hacedora, en aquella sociedad más patriarcal y machista aún, que la nuestra. Vas guiando y despertando la curiosidad con datos precisos, con un lenguaje conciso, ameno, que invita a seguir leyendo.
Quedé con «ganas de más».
Estoy terminando estudios secundarios y con respecto a la forma en la que se expresa me encanta, una guía de como redactar.Se nota un claro manejo con lo que refiere al trabajo en el análisis de texto…será la autora profesora de literatura?. Bueno jajaja dejando de lado las bromas el texto merece ser destacado.
No es menor mirar a veces hacia atras para saber de donde venimos, el por qué somos de una manera y no de otra, el por qué se dan ciertas cosas y no otras dependiendo de la cuyuntura a la que pertenecemos.
Más bien me refiero a el recordar, el saber, con respecto al texto, de donde vienen esas inspiraciones o hasta mismo quiénes son las inspiradores que se están manifestando implícitamente o no en los movimientos surgientes del siglo XXI. Arriba las que luchan! Y arriba también las que lucharon!
Muy buen pantallazo acerca del personaje. Me quedé con ganas de saber más acerca del temor que generaba: «Su notoria participación política hizo que fuera temida y finalmente fue expulsada de la Argentina(…)». Un beso y excelente artículo!