DE CORRALES A TRANQUERAS

¿Cuántas leguas quedarán?

Osiris Rodríguez Castillo nunca pudo contestar la pregunta del título. No ocurre lo mismo con los ejecutivos de la empresa alemana Enertrag, que parecen tener calculado al milímetro las dimensiones del acuífero Guaraní, una vasta formación de agua subterránea que abarca principalmente el norte de Uruguay y parte de Argentina, de Paraguay y Brasil.

La empresa alemana presentó ante el Ministerio de Ambiente el proyecto de localización de una planta de hidrógeno verde y derivados -principalmente metanol- a los efectos de una futura explotación.

Según la autora que inspira estas líneas, Paula Collazo,[1] es necesario promover la investigación académica y adoptar decisiones en base a sus resultados, so pena de provocar errores graves, cuya reparación podría llevar décadas.

No es lo que sucede en la actualidad. Ya forma parte de la información diaria toda la temática del déficit hídrico: cuánto ha llovido en cada departamento, cuándo llegarán las lluvias a la zona metropolitana, el tenor de sodio y cloro del agua que sale por la canilla y un cúmulo de informaciones colaterales.

No deja de ser sintomática la actitud del gobierno ante el tema, que de nuevo no tiene nada. Un antiguo vecino de nuestra familia, fallecido hace unos cuantos años, era uno de los ingenieros de la OSE (Obras Sanitarias del Estado). No hace mucho, uno de sus sobrinos se puso a revisar viejos papeles y encontró que hace más de 40 años ya existía la preocupación por los destinos de las reservas del río Santa Lucía, debido al incremento poblacional y sus consecuencias de todo tipo. Cuando el presidente saliente Tabaré Vázquez le entregó el proyecto “Casupá” al actual presidente ya se quedaba corto en cuanto a paliar el tema, pero hubiese sido de gran ayuda.

El actual gobierno, aduciendo problemas de fácil resolución optó por ignorar el proyecto y emprender, como en casi todo, el camino privatizador que nada resuelve en lo inmediato. Como es evidente que hace dos meses que no cae una gota en el área metropolitana, Lacalle Pou se ve ahora obligado a pedir a los santos que llueva, a suministrar un agua que cada vez se parece más al agua de mar y a rebajar los impuestos para el agua embotellada en bidones y botellas: primero para los hipertensos, luego para las embarazadas, y ahora para todo el mundo.

Ahora bien, veamos cómo funciona la dinámica del agua, según pude entender a partir del artículo que citamos. Cuando llueve en serio y cae agua que nos empapa, los ríos se van llenando y fluyen sin problema alguno. Es lo que está sucediendo en gran parte del norte del país. Cuando deja de llover por un tiempo, los ríos y arroyos recurren a reservas de agua dulce subterráneas que se reponen al ritmo de las futuras lluvias. Pero cuando la sequía se prolonga mucho, se establece una dinámica según la cual se recurre a algún sector del Acuífero Guaraní, extrayendo un agua cuya repocisión es muchísimo más lenta. 

Los acuíferos más estudiados en Uruguay son Raigón, Chuy, Mercedes, Guaraní, Salto y Arapey; son los más estudiados por ser los más explotados por la agricultura y el pastoreoo animal.

En el mundo existen numerosos actores que proponen el hidrógeno verde como forma de cumplir con sus compromisos de descarbonización y por contribuir a frenar el cambio climático. La ya mencionada empresa alemana estaría ubicada en la localidad de Tambores y abarcaría también áreas administrativas de Paysandú y Tacuarembó. Algunos conocedores del tema, en esa zona, han señalado las grandes cantidades de agua que requiere el proyecto. Según Collazo es extremadamente peligroso seguir el camino propuesto, ya que en nuestro país se entregaría a Enertrag “los mejores recursos de agua dulce, potable”.