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AL PIE DE LAS LETRAS
Cinco poemas
Por Leo Maslíah
1
El giblú
Ibas por la calle y sin conocerte yo te mordí
un diariero abogó a tu favor
yo caí
tenías la pollera mordida y una modista te llevó para su casa
un giblú rompió la claraboya y cayó sobre ti
la hija de la modista se quejó
el giblú se la llevó
la madre los siguió a distancia prudencial
vos subiste a la azotea y empezaste a gritar giblú giblú
desde abajo un ingeniero te hizo señas de que saltaras
le hiciste caso
te mostró su coche y te hizo pasar
de la guantera sacó un anillo y dijo que era de giblú
entonces te pusiste a gritar giblú giblú
y saliste corriendo
yo abrí grande la boca por si pasabas cerca de mí
pero fuiste a solicitar hospedaje a un convento
una monja te dijo que por un tiempo te podías quedar
vos le preguntaste cuánto tiempo
y ella te contestó giblú giblú
2
Chanza de Antonio[1]
Los muy europeos
leones pigmeos
de Bernard Shaw
blesan mi corazán
como si fueran fans
monocotiledowns.
Toso por Kant
y mismo cuando
sone la matine
me viene bien
uno de cien
para ir al cine.
Y se me va
más para allá,
qué me importa,
dejá, dejá,
que no llegás;
es muy corta
3
con toda razón la gente
está equivocada y
hace muy bien en
defender a rajatabla sus
ridículas y estúpidas creencias aunque
en realidad eso era
antes ahora la gente
adopta cada día las
ridículas y estúpidas creencias que
necesita para
defenderse ella hoy
sin importar que mañana
necesite otras porque también
las va a tener en otro libro del
mismo autor
4
Hay paro de jubilados.
Basta de inactividad. Todos se
presentan en sus antiguos
lugares de trabajo. No los quieren dejar entrar pero
igual ellos les trabajan afuera
en las paredes, las ventanas,
en las rejas y en los techos. Un
brontosaurio se presenta y
vocifera “yo aporté durante
cientos de millones de años,
¡no me pueden tratar asííííí!”.
Y de un coletazo revienta
el cajero automático donde
le acreditaron el
fósil de lo que aportó.
5
Vigencia de Monómides
Monómides vige