LOS PROBLEMAS DE FUNCIONAMIENTO INTERNO DEL FRENTE AMPLIO

Sigamos serruchando la rama en que estamos sentados

El título alude a un hecho que en sí no tiene especial trascendencia, pero que merece comentarse porque es una típica ilustración de los problemas que carcomen al Frente Amplio, a los que me referí en el número anterior de vadenuevo. Titulé ese artículo "¡Serruchemos la rama en que estamos sentados!". Ahí se trataba de hechos de inédita gravedad para la subsistencia del Frente como coalición política. Aquí, en cambio, se tratará de un episodio menor y "normal", en el sentido de que así ocurren las cosas en el FA sin que llame siquiera la atención. Pero precisamente en esta "normalización" de las aberraciones se originan los males de su funcionamiento, la desvirtuación de su democracia interna. Los episodios como el que aquí se comentará, que ocurren permanentemente, son la continua acción del serrucho; y su aceptación pasiva es lo que la hace posible.

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El gobierno uruguayo, en vista de las incertidumbres del entorno internacional, no elaboró un presupuesto quinquenal: decidió establecerlo por dos años y ajustarlo después, según las circunstancias, para los tres años restantes. Al llegar el momento de proyectar esas modificaciones, el Presidente decidió que la búsqueda de una solución que pudiera obtener aprobación parlamentaria se iniciase con una consulta a su propia fuerza política. En el FA, esta consulta se trasladó a los sectores políticos y a las bases, coordinada por la Comisión de Programa.

La Comisión de Programa recibió aportes. Documentos de varios sectores políticos y uno firmado por el "Grupo de delegados de las Coordinadoras de Montevideo al Plenario Nacional".

Este "Aporte hacia la discusión de la Rendición de Cuentas", de los delegados de las Coordinadoras, es un documento de dos páginas. Contiene planteos que pueden compartirse o no en cuanto a su acierto, su selección y su oportunidad. Pero el remate de esas dos páginas, al establecer qué orientación debería darse a las modificaciones del Presupuesto, es la siguiente conclusión: "No se debe ir por el camino de aumentar la carga tributaria a los asalariados, trabajadores y capas medias como en 2016."

Es decir: los delegados de las Coordinadoras, en nombre de las bases, afirman que el régimen presupuestal hoy vigente, aprobado por el gobierno del Frente Amplio, fue por el camino de aumentar la carga tributaria a los asalariados, trabajadores y capas medias. Esta falsedad, esta tergiversación sin atenuantes, ni siquiera está explicada ni justificada en el documento: se la da por sobreentendida. Se la presenta como un hecho notorio.

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"Cuando Argentina estornuda, al Uruguay le viene neumonía". Con estas palabras o con variantes lo hemos oído mil veces. Era una verdad que no se cuestionaba: el Uruguay no puede escapar al efecto de las dificultades económicas de su vecino. Se tenía por evidente.

Hoy la Argentina no estornuda: tiene neumonía, y el Brasil también. Los dos a la vez.

Resume El País de Madrid: "Argentina sigue sumida en una recesión que incluso ha empeorado, con una inflación descontrolada del 40% anual y una caída del PIB de 3,4%. … Los precios se han disparado de tal manera que Argentina ya es el país más caro de los importantes de Latinoamérica y cada mes la diferencia aumenta … Los más beneficiados del momento son los especialistas financieros que invierten en dinero, que se ha convertido en un negocio extraordinario." El Fondo Monetario Internacional advirtió que "el impacto adverso de la transición económica [al gobierno de Mauricio Macri] fue mayor de lo previsto … El ajuste de los precios relativos en el primer semestre de 2016, tras la depreciación del tipo de cambio y el alza de las tarifas de los servicios públicos, ha acelerado la inflación y perjudicado el consumo privado … y 2016 cerrará con una contracción de 1,5%".

Del Brasil no hablemos: allí la crisis es política además de económica y social. Dejemos la discusión sobre si fue o no fue un golpe de Estado la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. El presidente del Banco Central del Brasil dice que "Brasil vive la recesión más severa de su historia … En el último año y medio el PIB cayó un 7%. … La tasa de desempleo llegó al 12%, cuando en 2013 estaba en el 6%."

En medio de esto, ¿qué pasa en Uruguay, el país que no podía evitar los efectos de cualquier estornudo argentino? Los dos grandes vecinos están agobiados por sus crisis, envueltos en telarañas de corrupción, entregados para colmo a gobernantes de derecha que tienen muy claro a qué sectores sociales quieren favorecer. En Uruguay tenemos problemas, por cierto. Pero resulta que cuando el mundo se convulsiona y la región está en la lona, los uruguayos nos damos el lujo de indignarnos por situaciones que ya querrían para sí nuestros vecinos. Algún mérito deben tener, y algún reconocimiento deben merecer, los gobernantes que timonearon este barco, que supieron actuar con prudencia cuando eso exasperaba a muchos que clamaban por otros rumbos. Esa conducción no solo nos viene salvando de desastres, sino que nos dio la fortaleza que nos permite resistir el contagio. Ese contagio que siempre se tuvo por inevitable.

Ahora bien: que este acierto no lo proclame la oposición es comprensible. Pero el Frente Amplio debería estar tirando cohetes. Recogiendo (y reclamando) los laureles y los aplausos de semejante hazaña. ¿Qué decir, entonces, cuando las bases del Frente Amplio, precisamente en esta situación, aparecen tergiversando y repudiando la política económica del gobierno del Frente Amplio?

Porque es exactamente eso lo que acaba de ocurrir.

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Las bases del Frente Amplio aparecen en esa actitud. Falta saber si es cierto que la tienen.

Los delegados de las Coordinadoras atribuyen al gobierno del Frente Amplio, pública y lapidariamente, una política antipopular. Falta saber qué Coordinadoras, y cuántas, de verdad acordaron tal posición.

Las Coordinadoras son agrupamientos de Comités de Base, que son los órganos fundamentales en que se desenvuelve la militancia en las bases. ¿Cuántos Comités aprobaron la afirmación de que el Presupuesto actual "va por el camino de aumentar la carga tributaria a los asalariados, trabajadores y capas medias"? Aunque no fuera con esas palabras, ¿cuántos acordaron insertar en el "aporte" una crítica condenatoria del Presupuesto actual? No se trata de hacer un relevamiento preciso. Se trata de que la verdad sobre esto es escandalosa. La verdad es que en general los Comités (como mi Comité) no aprobaron eso, ni lo discutieron, ni lo conocieron, ni tuvieron la menor noticia de que se estaba cocinando. No supieron nada hasta después de que el "aporte" ya se había entregado a la Comisión de Programa.

Si el lector es frenteamplista de Montevideo y participa en su Comité, o tiene conocimiento de su actividad, puede decir aquí su verdad. Hágalo, lector. Vaya al pie de este artículo, a la sección de comentarios. Diga allí si su Comité de verdad aprobó la afirmación de que el Presupuesto actual "va por el camino de aumentar la carga tributaria a los asalariados, trabajadores y capas medias". Diga allí si eso, o la idea de consignar una crítica del Presupuesto actual, se conoció y se discutió de verdad en su Comité. O si por el contrario (como en mi Comité) solo se supo de eso cuando el "aporte" ya se había entregado con esa afirmación.

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Le dirán, o ya lo sabe, que en todo esto no hay nada de particular. Es normal. Las cosas se hacen así.

Es "normal", sí. Y eso, justamente, es lo más inadmisible.