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AL PIE DE LAS LETRAS

 Publicado: 03/08/2022

Poemas


Por Lucía Delbene


1.

Breves de manzana

 

Ser como la manzana es estar
-en la alta fiesta del día-
toda de raso rojo y diamantes
y llevar en el índice enguantado
un anillo de sombra.

Amanda Berenguer

 

Roja 
manzana helada, la mañana,
expande su esfera:

Bebo la linfa de una carne prodigiosa
y la paciencia de los eones para fabricarla
una etiqueta marca Fuji,
Japón.

Dulce arrojo el rojo en ruedo
danza el manzanar
círculo de polen
caen las horas como cadáveres de mariposas.

El tiempo es fuente de aguas invisibles
que nos riega
el viento se empeña en arrancarnos.

Soy carozo hundido en la carne fresca
tus labios me buscaron
morder ciertas frutas trae consecuencias.

Excelsa reina del frutero al mediodía 
bajo una luz oblicua
una gota de sangre, un rubí, tu boca.

Y el árbol de la ciencia
la guinda feroz cayó de entre tus dientes
el blanco mantel sobre el pasto manchado de rojo.

Las manzanas se parecen a cosas esenciales:
la contemplación,
a la luz fría en las mañanas de invierno con sol. 



2.

 

Un anillo para gobernarlos a todos.
Tolkien - "The lord of the rings"


En su anular no hay anillo de casada
tampoco en su meñique de licenciada
está el ave de Minerva.
Ella es el círculo.

La rosca concéntrica de la crucera  
en la piedra dorándose al sol, dibujos
continúan en simulacro del pedregal
disimulada ponzoña.

El ojo y el agujero de la boca el camino del hongo
san isidro que le dicen o carne de dios 
los orificios que ofician de pasajes
interregnos entre un cuerpo y su medio
el ónfalo (ombligo) marca de nacido
un tallo colgado de la inmensa matriz
odre del amnios en que somos anfibios
larvas ciegas y todo oídos
y un foso de oro en llamas:
el canto lírico de los poetas. 



3.

#costumbres de azotea

Fuimos hasta el borde de mi casa a mirar
el último hilo abrillantado de una estrella
que se hundía bajo el horizonte marino, 

 –una araña colgaba de una hebra–
vamos de la mano tomados por la noche.

–Podríamos espiar en el borde
por donde el mundo desaparece –le pregunté.
–Podríamos abandonarnos como ríos
en el flujo de una corriente eléctrica –aseveró.

No mires atrás
porque la cabeza se te llenará otra vez de sueños 
y los siglos que pasan pernoctarán en ti 
detritos irreconocibles
y el día acabará por engullirte
igual que a una semilla. 
El dolor y la vejez te brotarán en el tobillo.

El único viaje es un retorno que gira en su rito perenne
y traza las ganas de humo que agitan las ciudades.

Esperaba que continuaras hablándome
y me mostraras el código bajo la cornisa 
y me dijeras por qué nos tejieron esta malla epiléptica
somos sucesos bordados en la trama de las horas.

En la casa escuchamos el rumor de estas cosas
–inquirió. 
Y yo soy la pregunta.



4.

#tecnologías del hogar

En el centro de la casa crece una hoguera, se alimenta
de las costumbres, donde muere la leña del quehacer  
tu cuerpo huele a pino y a jugo de toros jóvenes
la quema nos trae el rojo sombrío de los pueblos.

–También fueron sangrientos– preguntó.
Muchas decapitaciones se cumplieron en la cocina y en los patíbulos
primero estuvo el fuego, luego la ley y por último la costumbre.

 –Las llamas tienen el color de nuestros corazones –dudaba él.
así como la andrógina montaña engendra al rubí en su seno.

En todas la casas se baila con una fogata en el centro
nos dicta el relato diciendo desde el principio
ofrendamos nuestros papeles como leyendas absurdas
para quemar los pasados el futuro se enciende.

seguiremos danzando alrededor de la lengua
bajo las hachas de luz seremos otra vez sombra
la historia es el contraste iluminado en este día. 

–La música te quema– susurraron.

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