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UN ABORDAJE PROBLEMATIZADOR

 Publicado: 03/08/2022

Suicidio. Eutanasia


Por Fernando Rama


En más de una ocasión abordamos la temática del suicidio en nuestro país, tanto para alertar sobre la importancia del tema como para manifestar una opinión favorable a la implementación de políticas de prevención. 

En los últimos tiempos la prevención del suicidio ha comenzado, por fin, a ser llevada a cabo. No es una tarea sencilla, por cierto, ya que son muchos los posibles ángulos de abordaje y no pocos los obstáculos que se interponen. Parece obvio que recomendar a las personas que se encuentran en riesgo que no se aíslen y hablen con personas allegadas no pasa de ser un consejo cargado de buenas intenciones. 

Se han difundido los datos epidemiológicos, conocidos desde hace tiempo. Estos datos señalan que la población de riesgo se encuentra mayoritariamente entre los varones -el 17% de las mujeres consuman el acto suicida- y que existe una prevalencia marcada entre las personas del interior del país, en especial en aquellas poblaciones más o menos alejadas de los grandes centros poblados. Se verifica, por otra parte, una incidencia focalizada entre los adolescentes y adultos jóvenes. Parece obvio que es a estos estratos afectados por el flagelo del suicidio consumado que deben dirigirse los gestos preventivos.

Todas las religiones condenan el suicidio y, en cierto modo, actúan como factor protector. Ocurre, no obstante, que en nuestro país predomina la prescindencia de la religión, al contrario de lo que ocurre en los países vecinos. Es, de todos modos, un elemento a tener en cuenta.

Existen, por otra parte, al menos tres aspectos que deben tenerse en cuenta. En primer lugar, se constata un problema de acceso a los servicios psiquiátricos y psicológicos, ya sea por razones de distribución geográfica de aquellos y/o por sus costos. En segundo lugar, es necesario capacitar al personal de la salud en general en relación al tema. Las cifras de intentos de autoeliminación siempre han superado ampliamente a los suicidios consumados, pero ello no significa que todos estos intentos se relacionen con la difundida idea de que se trata de casos vinculados a “llamados de atención” o “pedidos de ayuda”. Si existen indicadores de la existencia de trastornos obsesivo-cumpulsivos, en sus diversas variantes, o de trastorno bipolar o, con menos frecuencia, de alteraciones psicóticas, es imperioso indagar a fondo en las características del intento de autoeliminación. Con ello me refiero a la valoración del entorno familiar y a las características individuales de cada caso. En tercer lugar, es necesario combatir el estigma social que con frecuencia acompaña a quienes consultan a psiquiatras y psicólogos, en todas las geografías, pero en especial en el ámbito rural. 

En relación a la franja de adolescentes y adultos jóvenes, resulta imprescindible investigar a fondo el consumo abusivo de drogas psicoactivas, en especial el alcohol y la llamada “pasta base”. Asimismo, es preciso evitar el muy frecuente empleo de psicofármacos, muchas veces administrados en forma irracional. No menor importancia tienen el abuso de las internaciones en hospitales y sanatorios psiquiátricos y el abuso casi obsesivo de las sesiones de electro-convulsivo-terapia, un verdadero flagelo entre nosotros. 

La temática de la eutanasia o suicidio asistido ha sido colocada en la agenda por el diputado Ope Pasquet, en una iniciativa que nos resulta muy oportuna. El asunto está en discusión en el Parlamento y se han oído diversas posturas. El proyecto presentado posee todas las virtudes posibles. Por un lado, exige que la decisión de terminar con la propia vida debe ser manifestada, mediante consentimiento informado y por personas que gozan de plena capacidad de decisión. Por otro, se exime a los médicos que se sientan violentados en sus convicciones, de realizar los procedimientos correspondientes. 

En contraposición a la eutanasia, se ha colocado la importancia de los cuidados paliativos. Es evidente que los cuidados paliativos tienen sus limitaciones, aunque no existe incompatibilidad con la decisión de eutanasia, que puede ser el último recurso en muchos casos. Por otra parte, los cuidados paliativos están dirigidos a una población que, en gran porcentaje, no está en condiciones de solicitar la eutanasia. 

En América Latina, la posibilidad de acceder a una muerte digna existe en dos países: Perú y Colombia. En el caso peruano, debe ser un juez, con los elementos que le proporcione el abogado de la persona interesada, quien decida la ejecución del procedimiento. Todo parece indicar que el Uruguay será el tercer país en disponer de una legislación sobre la eutanasia. El Frente Amplio ya ha presentado un proyecto propio, que debe ser armonizado con el texto presentado por Pasquet. También es posible que se sumen votos de otros legisladores colorados. La posición contraria se ha centrado en la oposición del Cardenal Sturla y legisladores del Partido Nacional y de Cabildo Abierto. 

Finalmente, es necesario enfatizar el hecho de que la eutanasia ya se practica en forma ilegal, en proporciones que no es posible establecer por las circunstancias en las que se practica.

2 comentarios sobre “Suicidio. Eutanasia”

  1. Excelente articulo!!!! suicidio en Uruguay no se diferencia hoy de muchos otros paises. Hay que ver cuales tienen estadisticas exactas o medianamente exactas. Mucho no se sabe y en los paises del Tercer Mundo (por asi llamarlo) faltan datos pues se esconde muchisimo por el que diran. Creo haya un componente mas a agregar: la falta de resistencia a la frustracion y a la soledad en el Uruguay de hoy; la mentira de las redes donde se muestran imagenes que no son reales; la regulacion de la libre marihuana (ojo: no estoy en contra de que se fume, pero me parece -en humilde opinion- que no era el Uruguay de hoy el momento donde legalizarla, pues se usa y abusa como el alcohol entre inexperientes/ignorantes y afecta la psiquis, ya lo sabemos); la automedicacion de sobra y la carestia que implica acceder a terapias o a psiquiatria de nivel. Es muy lamentable! Soy hija de un querido medico neurologo de la ex-Casa de Galicia (mi padre fallecio en 1979) y soy licenciada en Medicina Basica Occidental y Medicina Tradicional China y acupuntura en la BMC (Biomedicinska Centrum) de Uppsala, Suecia

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