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POLÍTICA Y PANDEMIA
Se impone restringir
Por Fernando Rama
El gobierno finalmente debió asumir el reclamo de las sociedades científicas y del Sindicato Médico del Uruguay y adoptar medidas tendientes a reducir la movilidad. El número alarmante de casos positivos, mantenido durante semanas, obligó a adoptar tales medidas.
Pero resulta que fueron las intendencias de Salto y Paysandú las que decidieron suspender el turismo termal. El Intendente de Rivera, por su parte, suspendió la actividad de los free shops. El oportunismo del expresidente Sanguinetti otra vez se hizo presente. Sabiendo -viejo zorro- lo que se venía, postuló la tal mentada reducción de la movilidad.
Lo de Rivera es relativo: los dueños de los free shops siempre se las ingenian para no perder el negocio, ya sea instalando sus comercios en forma clandestina o dedicándose al contrabando, tema en el cual son más que duchos. La prueba es que al otro día de los anuncios realizados por parte del gobierno, llegaron ocho ómnibus desde Brasil a realizar sus compras.
Las restantes medidas, además de tardías, son acertadas pero insuficientes. La suspensión de las clases, la limitación del horario para bares y restaurantes, el cierre de los clubes deportivos y otras medidas estaban cantadas. Tienen un límite temporal, el 12 de abril. Después veremos, de acuerdo a los resultados de una vacunación que ha tenido sus tropiezos.
Como era de esperar, los colectivos afectados por las medidas -bares, salones de fiestas y otros- no tardaron en concurrir a la Torre Ejecutiva a reclamar subsidios, flexibilización y diálogo con el gobierno. Por supuesto todos cumplen con el protocolo y todos amenazan con despedir trabajadores.
En el ya gastado jueguito de las perillas es clarísimo que el herrerismo eligió privilegiar el botón económico, pero no para todos, por supuesto.
Hay, no obstante, dos realidades contrapuestas y con claro componente económico y político. En primer lugar, la vía libre para la actividad agroexportadora -soja, trigo, arroz, cadena cárnica-, lo que supone un incremento sustancial de la movilidad. Con el dólar alto, esta medida revela para quién gobierna Lacalle Pou: para los que él mismo llamó “los malla oro”. Esos grupos agroexportadores están haciendo su agosto, pero el PBI del país cayó un 5%.
La otra medida es la prórroga de la prohibición de aglomeraciones por 120 días, que abarca dos manifestaciones de gran repercusión social: el 1° de Mayo (Día de los Trabajadores) y el 20 de Mayo (Marcha del Silencio). En este tema podemos decir, por ejemplo, que ha existido un contralor sobre las reuniones puntaesteñas, pero no se toman medidas para erradicarlas verdaderamente. Es cierto que un par de empresarios argentinos fueron sancionados severamente, pero este tipo de medidas son pura publicidad, rubro que se ha convertido en el arma principal del gobierno. De un gobierno cada vez menos multicolor y cada vez más centrado en la figura del Presidente.
La soberbia volvió a aparecer en la última conferencia de prensa. Resulta impensable pedirle a Lacalle Pou una autocrítica, una postura como la que acaba de adoptar Angela Merkel en Alemania, pidiendo perdón por haber adoptado medidas equivocadas.
De todos modos, lo que me preocupa es la tácita prohibición de celebrar el 1° y el 20 de mayo. Francamente, soy partidario de llenar las avenidas para que el pueblo se haga presente en estas dos fundamentales instancias. Creo que las organizaciones perjudicadas enfrentan un gran desafío y deberán recurrir a todas las alternativas posibles para torcerle el brazo al gobierno. Una posibilidad sería realizar el acto del Día de los Trabajadores como siempre, en la plaza correspondiente y tomando las dichosas medidas de distanciamiento social y demás protocolos. ¿Acaso el Ministerio del Interior tendrá el coraje de disolver una manifestación de ese tipo? También es posible multiplicar los actos en todas las barriadas del área metropolitana y el interior del país.
Algo similar podría llevarse a cabo con la Marcha del Silencio. Una única marcha con la gente separada o varias marchas dispersas por todo el país.
La “perilla” de la movilización social debe ponerse en marcha con más fuerza que nunca.
El inflexible método de los médicos en enfrentar la pandemia a resultado en la caída económica de la clase más bajas y en el aprovechamiento mafioso de los laboratorios
Creo q hay otros métodos q no han Sido ni tan siquiera dichos q podrían haber bajado el nerviosismo manifestados por la siciedad
No seas limitado y panfletario.Cómo puedes plantear la repetición de errores garrafales? Reivindicar las aglomeraciones en pleno pico de casos? Planteas un oxímoron político. Quieres más medidas represivas y reclamas acto para el primero de mayo!!