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AL PIE DE LAS LETRAS
Tres poemas inéditos
Por Teresa Korondi
“Dime hasta dónde,
cazador de libélulas,
has ido hoy”.
Nigiyaka na
kojiki no toko ya
mushi no koe
Chiyo Ni
Cuando una idea
se anuda en el pelo
como una libélula
que lanza su gorjeo
la noción de tiempo
se hace eternidad
Es una tregua
del canto de la playa
en la calina
Como dragón sin fuego
lucha con el horizonte
lo enfurece lo hipnotiza
hasta abatirse
en un libelo escaso
que suspende la sien
y paraliza el paisaje
“un cuerpo oscuro que penetra
en la otra luz
que se va volviendo oscura”.
José Lezama Lima
Ensayo
sobre la penumbra
Invoco al insomnio
que nace
de los gestos
y en las luces negras
reverbera los ojos
Tremedal de piernas
¿adónde es que nos vamos
cuando hablamos de noche?
El reloj aja el tiempo
cobra el cuerpo de las cosas
rompe el aire
la madera
Fulgura
como albores
inasibles
del poniente
“Letras no leídas, palabras no entendidas
y sin embargo el poema”.
Cees Nooteboom
La forma de un techo
da vuelta en el viento
Exuda el sentido
leve de mañana
donde cae la sombra
cielo de una casa
El infinito va en la mano:
un techo dado vuelta
como un libro
que tiembla
en el quejido del papel
susurro de la sombra
(La nota lectora
pone acá
la mirada)
Más tarde
ese mismo techo vuela
Se posa en una casa
de sombras
dadas vuelta
Desaparecen
techo casa mirada
(A)parece el poema
Del viento guarece
intemperie
sombra
Toda lengua
Cielo