Compartir
BARAJAR Y DAR DE NUEVO (II)
¿Por qué no?
Por Omar Sueiro
Quien redacta esta líneas, consciente del callejón sin salida en que se encuentra el proyecto de “Reforma Previsional” y siendo coherente con lo que ya publicara en enero de este año ("Única solución a la chapuza jubilatoria"), propone algunas medidas, reales y posibles, para mejorar aspectos básicos del sistema previsional, notoriamente funcionales tanto para el actual como para el que, eventual y finalmente, se implante en el futuro.
Contabilización y actualización permanente de los aportes mediante las denominadas “Cuentas Nocionales”
Los aportes registrados se contabilizarán en “monedas duras”, por ejemplo, unidades indexadas. Complementariamente, se determinará la forma de devolución de los aportes realizados a partir del retiro, por ejemplo, bajo la forma de complemento jubilatorio, sobre la base de un calculo similar al de una renta vitalicia.
Existe, en la sociedad, el sentimiento generalizado de que las pasividades no devuelven los aportes, fundamentalmente porque sus montos son siempre menores al último sueldo, dado que se calculan en función de la “Tasa de Reemplazo Jubilatoria”, factor notoriamente menor que 1, dado que se calcula en función del tiempo estimado durante el cual se pagará la pasividad. Por lo tanto, el resultado -la pasividad que se pagará- es notoriamente inferior al último salario y de allí la conclusión sobre que la jubilación no reintegra siquiera los aportes. Por otra parte, el hecho de garantizar que la pasividad va a incluir por lo menos los aportes actualizados, es un elemento más para evitar falsas declaraciones de ingresos acordadas entre patrón y empleado. De allí la utilidad del cálculo previsional con auxilio de Cuentas NOcionales .
El juego produce ganancias para el Estado que se generan entre la mayor parte de la población y la lógica es que se inviertan en el bienestar general.
El juego en el Uruguay, en 2022
Según el diario El País de Montevideo, con la base de información recibida de la Dirección de Casinos, que también reproduce la publicación internacional especializada en juego Yogonet, en el pasado año 2022 se registró un nivel de juego del orden de los mil millones de dólares -U$S 1.000.000.000-. Algo más de la mitad (U$S 500 millones) fueron absorbidos por la “Banca de Quinielas”, entidad privada local que administra: Supermatch, 5 de Oro, Quiniela, Tómbola, Raspadita y Lotería.
Supermatch estuvo en el primer nivel junto a la Quiniela y el 5 de Oro, pese a que fue notoriamente perjudicado por la no clasificación del combinado uruguayo para cuartos de finales del Mundial de Catar.
A setiembre de 2022, el juego en los casinos y salas subarrendadas por el Estado superaban los U$S 145 millones, y la HRU S.A. (Hípica Rioplatense Uruguay) rondaba los U$S 27,5 millones.
Por su parte, Enjoy de Punta del Este declaró U$S 24 millones de ganancia en el primer semestre de 2022, período en que fue muy afectado por la pandemia.
El proyecto de ley que trata el Legislativo
Casi un año atrás, en abril de 2022, escribimos en Vadenuevo “La gallina de los huevos de oro: el vicio del juego”. En aquel artículo expresábamos:
El Poder Ejecutivo envió un mensaje y proyecto de ley al Parlamento derribando las últimas barreras legales al vicio del juego, modificando una ley vigente desde 1882. La modificación habilita la entrega del juego en línea a los poderosos privados capitalistas del azar, nacionales y extranjeros, los que están y los que vendrán.
Una muy encarnizada y no tan sorda lucha se desarrolla entre privados concesionarios de juegos y aspirantes a serlo, que utilizan diferentes formas de presión sobre gobernantes nacionales y departamentales.
Los rivales más evidentes son: por un lado, la muy poderosa Banca Privada de Quinielas, originariamente autóctona -hoy no se sabe si mantiene esa condición-, que ostenta el privilegio de la concesión del único juego on line autorizado, el “Supermatch” de apuestas deportivas, adjudicado por el Poder Ejecutivo a principios de 2019, muy presente en la publicidad de las transmisiones de los últimos partidos de las Eliminatorias para el Mundial de Catar.
Modificar el decreto de adjudicación expondría al Estado a una demanda por montos imposibles de cuantificar hoy. La empresa, decidida a defender sus derechos adquiridos, señala que desde que opera los juegos de azar en línea paga cifras millonarias por impuestos. El juego del Supermatch llegó a U$S 94 millones anuales. [Nota de actualización: En 2022 y con Uruguay eliminado tempranamente del Mundial, superó los U$S 126 millones].
El País tituló “Enjoy entra al juego online con plataforma desde Conrad en Uruguay” un reportaje al gerente general del hotel casino Enjoy, Ignacio Sarmiento, quien expresó: “El juego online, respecto del físico, creció exponencialmente (con la pandemia). Todos los países que tuvieron la oportunidad de operar el juego online tuvieron una migración muy grande desde el juego físico en tiempos en que los casinos estaban cerrados. Claramente, se perdió una oportunidad grande en Uruguay, al no contar con una ley que regularice el juego online, porque el cliente busca de todas maneras la forma de jugar afuera, como Colombia o Inglaterra, y esos ingresos de impuestos y contribuciones que se generaron por ese juego no los pudo captar el Uruguay”.
El tercer notorio, expresamente, postulante a la concesión del juego en línea, es el inefable inversor Giuseppe Cipriani, quien puso todo su afán en esto; un afán literalmente demoledor.
Casi un lustro atrás, Enrique Antía lanzó campanas al viento anunciando una “nueva era” para Punta del Este. Era el 30 de mayo de 2018, cuando Giuseppe Cipriani y su socio, el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, se presentaron con una maqueta y unos dibujos a lápiz en la Junta Departamental de Maldonado para mostrar su proyecto: el “Cipriani Ocean Resort and Club Residences Punta del Este”. Incluía la reparación y restauración completa del exhotel San Rafael, la construcción de una torre de 237 metros de altura, más dos edificios horizontales de 100 metros de ancho y 26 pisos. En total, unos 123.000 metros cuadrados. Tendría un teatro para 1.000 espectadores, piscinas interiores y exteriores, fuentes de gran magnitud, un estacionamiento bajo tierra para 2.000 autos, un spa de lujo, centro de convenciones y casino privado. La inversión anunciada era de 450 millones de dólares.
Luego de una prolongada “desaparición”, usufructuando una ampliación del plazo otorgado para concretar la inversión, reapareció Cipriani anunciando un desembolso mucho menor a los U$S 450 millones originales (la primer rectificación bajó a U$S 250, y luego otra a U$S 100 o U$S 150 millones), depositando U$S 7.800.000 en garantía del compromiso inversor, estableciendo que para llevarlo a cabo sería condición la obtención de una licencia de juego on line. [Nota de actualización: Es cada vez más notoria la desesperación del Intendente Antía frente a la conducta del inversor veneciano, que continuamente aparece y desaparece y no concreta la obra del San Rafael, donde hoy solo existe un gran agujero baldío, obviamente a la espera de la aprobación de la ley y la concesión de su “patente de corso”].
Estrategia de reduccion de daños: destinar al BPS los beneficios del juego
Si finalmente se aprobara este atentado ludópata a la salud de la población, sería por lo menos una actitud medianamente ética determinar que sus resultados (impuestos, etcétera) tengan como destino el Banco de Previsión Social (BPS).
Obviamente, es fundamental que, más allá de la adjudicación que se de a su producido, se establezca un férreo control de sus prácticas y correspondientes registros para evitar evasiones, lavado de dinero, etcétera.
Las aguas del subsuelo, las repetidas sequias, las grandes inversiones silvícolas y otras que requieren mucha agua y… la reforma jubilatoria
Aunque parezca extraño, “pueden unirse estas moscas por el rabo”; el Uruguay todo, con particular afectación del sector productivo agropecuario, viene sufriendo fenómenos de sequía practicamente un verano sí y otro también. Por otro lado, arrecian las inversiones en diversos tipos de árboles, pero las especies mayoritarias (eucaliptus, pinos) requieren ingentes cantidades de agua para crecer cada vez más rapidamente y en buenas condiciones sanitarias.
Por otra parte, el territorio uruguayo practicamente “flota” sobre grandes sistemas acuíferos, cuyos usos están asociados al abastecimiento de poblaciones y actividades agrícolas: Guaraní, Raigón (el más productivo del sur del país), acuíferos de Mercedes, Salto, Chuy y Arapey.
En este momento, el país todo experimenta una grave crisis de falta de lluvias hace varios meses y se ha declarado la emergencia hídrica debido a la sequía. En ese marco, el Ministerio de Defensa -en particular el Ejército- se aboca a construir tajamares, elementos que servirán recién cuando la sequía desaparezca; suena muy raro que el ministro García explique que se van a construir 300 tajamares, pero en lo inmediato solo se construirán 29, siendo el primero el que se empezó a excavar en el momento de su declaración a la televisión… El ministro no dio ningún indicio de combinar dichas construcciones con los acuíferos.
Además, tampoco han trascendido noticias sobre alumbramientos de agua, de planes individuales o masivos, pese a que en muchos lugares habría posibilidades de, por lo menos, comenzar a intentarlo. Solo se menciona que en un solo lugar del país, en el norte, hay desde hace tiempo suministro de agua a partir de bombeo desde los acuíferos y aparentemente ello fue realizado mayoriariamente por un particular, que “amablemente” ha permitido conexiones para dar agua a los pobladores del lugar.
La información general indica la existencia de posibilidades. Indudablemente, habrá que planificar, estudiar posibilidades y finalmente comenzar explotaciones donde se pueda. Luego de consolidar servicios vendrán las correspondientes facturaciones y allí habría que definir el destino de las eventuales utilidades y recaudaciones, y uno de los posibles y necesarios es el Banco de Previsión Social.
Según adelantaron varios productores agropecuarios, esta sequía determinó una menor producción de los rubros principales del orden de 800 millones de dólares, en comparación con tiempos “normales”.
Incluso podría generalizarse el razonamiento analizando las posibilidades de que todo producido del subsuelo -propiedad genérica del Estado acional- se destine al BPS para el financiamiento de las pasividades.
En síntesis
A: Las cuentas nocionales no solamente son posibles: son útiles, inocuas, y “apartidarias” en lo politico y socioeconómico.
Son excelentes como elemento informativo del resultado de una acción político-administrativa. Como cualquier información, no produce daño per se, aunque puede ser útil para señalar falencias o abusos. Por lo tanto, si los decisores son políticamente honestos, no habrá inconvenientes en implantarlas.
B: El incremento del juego por la vía online y similares: si no es posible evitarlo, la adjudicacion del producido al Banco de Prevision Social sería, al menos, una medida de reduccion de daños .
Son muy fuertes las presiones que recibe la administración en su totalidad -gobierno y oposición- y existen fuertes posibilidades de que finalmente se imponga el proyecto de ley que da franquicias para explotar el juego online a los privados que regentean casinos y similares, arrasando con la antigua ley que desde el siglo XIX establece protección a la pandemia social de la ludopatía.
Con cualquier nivel de juego, actual o ampliado, una adecuada estrategia de reducción de daños de la ludopatía sería la adjudicación del producido correspondiente al Estado directamente al BPS.
C: El producido de la explotación de los recursos del subsuelo propiedad del Estado, actuales y futuros, como la aparentemente ineludible utilización de los acuíferos para favorecer la producción agropecuaria, deberia adjudicarse al BPS.
A esta altura de las situaciones y acontecimientos, sería irracional no utilizar -juiciosamente- los recursos hídricos del subsuelo para mejorar la producción agropecuaria; la mejora productiva debería ser compartida con el Estado, suministrador natural de los recursos y en su ámbito interno, la lógica está señalando que el BPS debería ser el destinatario final.
No soy especialista en el tema, noi mucho menos, pero estas dos ideas suenan bien.
Lo que no termina de cerrarme es cómo, si desde le campo de la izquierda hay/había tan buenas ideas concernientes a la seguridad social, por qué le dieron largas al asunto durante 15 años, sabiendo todos que la realidad demográfica nacional imponía una reforma.
Saludos
De parte de Omar Sueiro:
«Estimado Álvaro González Gervasio
Gracias por sus atentas observaciones.
Al respecto mi intención fue, es, proponer medidas material y POLÍTICAMENTE posibles.
Como apreciará, si bien puede entenderse que están a la izquierda de las mentadas “soluciones” oficiales –basadas en cargarle todo el costo a los aportantes– en sí puede decirse que son “ambidextras”.
Contabilizar adecuadamente para devolver con exactitud lo aportado; aumentar los fondos jubilatorios con el producido del juego y de una mejor y muy productiva explotación del subsuelo propiedad del Estado; sin proponer cambiar nada de lo existente, sin tocar AFAP, plazos ni aportes, se plantean algunas soluciones a un dilatado problema que no se tranquen por motivos políticos o ideológicos.
Por otra parte, concuerdo con Ud. que el gobierno de izquierda debió y pudo tomar medidas al respecto en tiempos más adecuados para concretarlas.
Atte, Omar Sueiro»