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HUMOR

 Publicado: 05/08/2020

Coronaviruñetas


Por Francisco López Martí


Patota

Este es un momento de formular y responder grandes preguntas.

Me pregunto: ¿cómo un bichito tan chico domina así al Homo sapiens, especie superior capaz de construir enormes catedrales, centros financieros, shopping centers y cruceros? Y respondo: es porque el virus es patotero, son millones por cada uno de nosotros.

 

¿Quién nos extrañará?

Si el Homo sapiens desaparece, la alegría inundará la naturaleza.

Solo las cucas urbanas nos extrañarán.

 

Añoranza

Los hurgadores de basura añoran los viejos buenos tiempos.

Los sentí conversar cuando fui a botar los residuos.

 

Mutaciones

Dicen que estos bichitos cambian mucho.

¿Y nosotros?

 

Enemigo

El hombre es el peor enemigo del hombre.

Con las mujeres no me meto.

 

Escasez

El drama comenzó en los supermercados Walmart de Nueva York el 28 de febrero, día en que, agotadas las existencias de papel higiénico, dobles, anchos, coloreados, suavizados o perfumados, solo quedaron los comunes. 

Cuando alcancemos la nueva normalidad, el mercado nos permitirá elegir el papel predilecto. Otros seguirán utilizando la hoja de algún vegetal o un trozo de periódico convenientemente arrugado para que sea menos agresivo a la región anatómica que raspará.

¿O cambiaremos?

 

Terapia

Reconstituir la intimidad del ambiente terapéutico no es sencillo y se presta para la polémica. La Asociación de Psicoanalistas y Psicópatas Liberales, con sede en California, ha aconsejado a sus asociados que la atención tenga lugar en el auto del paciente, siguiendo el modelo de ventas de hamburguesas de McDonald's.

Otras dos poderosas organizaciones critican esa recomendación y demandan continuar las sesiones presenciales; se trata de Psicópatas con Trump, con sede en la Casa Blanca, y Psicópatas America First situada en Houston, Texas.

 

Lluvia

Es cierto, el coronavirus es como la lluvia, cae desparejo, parafraseando un dicho del viejo Vizcacha.

Sería sorprendente que no fuera así. 

 

Alegría

Cada día que subo a caminar en la azotea, un niño del edificio de enfrente me grita: ¡HOLA!

 

Pregunta estúpida (ojalá)

Todos estamos esperando el día después de la pandemia, y muchas personas ya tienen planes para esa ocasión.

La gente que cree tener algo para ilustrar al mundo va más allá; comunica pronósticos e, incluso, formula propuestas. 

Preguntar si existirá ese día es una verdadera estupidez. 

En casos excepcionales, sin embargo, preguntas estúpidas han dado pie a grandes avances en el conocimiento.

Por el bien de todos, ¡que esa pregunta sea estúpida!

 

Me gusta vivir aquí

Andando por pueblitos chicos y medio desiertos, a veces estaciones de ferrocarril sin ferrocarril, he escuchado a pobladores añosos, como casi todos sus habitantes, decir: Me gusta mucho vivir aquí; es muy tranquilo.

¡Qué lindo sería un mundo en que todos dijéramos: Me gusta vivir aquí, es muy tranquilo!

 

Paraíso

Un filósofo recalcitrante del siglo XIX decía que en el capitalismo todo es mercancía.

Para mí exagera.

Pero, por si acaso, ¿alguien sabe si quedan lotes a la venta en el Paraíso?

 

Diagnóstico

Un médico de urgencia, joven, simpático y desalineado (los de antes eran otra cosa), me diagnosticó stress, y agregó: me di cuenta desde que entré.

36 horas después estaba en el quirófano.

 

Pérdidas

La reciente pérdida de mi vesícula se agrega a la de cuatro dientes y la apéndice.

¿Cuál sigue?

Un comentario sobre “Coronaviruñetas”

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