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SOBRE UN LIBRO Y DOS DEDICATORIAS
Gonzalo Pereira, Seregni, Azzini: el Uruguay que necesitamos
Por Omar Sueiro
Siempre agradeceré a los compañeros que me invitaron a incorporarme al grupo de Vadenuevo, un núcleo singular con altísimo nivel de conocimientos en diversas áreas y, por encima de todo, con acendrado sentimiento de compañerismo. Con alguno de ellos había una trayectoria de militancia política y un cierto conocimiento personal, pero a otros ni siquiera los conocía. Tal es el caso de Gonzalo Pereira Casas.
Gonzalo, ingeniero agrónomo con alta especialización económica y brillante trayectoria universitaria que culminara en el decanato de la Facultad de Agronomía, poseedor de un admirable rigor científico en sus análisis y desarrollos económicos, con increíble modestia puso su capacidad intelectual y su bagaje de conocimientos económicos y sociales a mi disposición, corrigiendo y completando alguno de los artículos que escribí en la revista mensual y tratando y aportando en temas sobre los que estaba preparándome para publicar.
En determinado momento, surgió la idea de reestudiar la Reforma Cambiaria y Monetaria del 17 de diciembre de 1959, implantada diez meses después de entrado en funciones el gobierno del Partido Nacional, surgido de las Elecciones de 1958.
Los protagonistas
Las Elecciones de 1958 impusieron un gobierno blanco luego de 93 años de sucesivos poderes ejecutivos ejercidos por representantes del Partido Colorado, la mayoría electos democráticamente y otros mediante golpes de Estado con parcial colaboración de dirigentes nacionalistas. Por ende, la trasmisión del poder en marzo de 1959 creó un fuerte enfrentamiento en los altos estratos militares, en cuya superación tuvo trascendental importancia la gestión del entonces coronel Liber Seregni, subjefe del Estado Mayor del Ejército.[1]
Ese primer gobierno nacionalista del siglo XX nombró como Ministro de Hacienda al otro protagonista de nuestro relato, el contador Juan Eduardo Azzini, hombre de extracción blanca, un técnico sin anterior actuación política, factótum de la Reforma Cambiaria y Monetaria que marcaría los destinos de la economía uruguaya en un futuro que aún no ha terminado de transcurrir.
Con Gonzalo conversamos sobre la influencia de dicha reforma y la aparente contradicción que podría existir entre lo escrito por Azzini, que la definió como “sacudón de su arcaica y anestesiada estructura económica”, con lo que el propio Azzini me había manifestado personalmente,[2] algo así como que “no fue para tanto, no cambió nada más que la forma del anterior contralor de cambios: se sustituyeron los cambios múltiples por un tipo único (de cambio) con múltiples recargos (a la importación) y detracciones (a la exportación)”.
Es decir que en las nuevas medidas había mucho de “gatopardismo”: cambiar todo para cambiar muy poco.
Entonces, generosamente, Gonzalo me entregó un ejemplar de “La reforma cambiaria ¿monstruo o mártir?”, de Azzini, con la recomendación: “Leé esto y después hablamos”.
Pocos días después sobrevino el accidente de salud que afectó al querido compañero, y el libro quedó temporalmente olvidado en mi escritorio hasta que días pasados lo encontré y comencé a leer.
El hallazgo
Se trata de un mensaje que no está en el texto, ni en la tapa, ni en las solapas del libro; sino en la dedicatoria de este ejemplar que Azzini -de puño y letra- hizo a Seregni y que este le legó a quien consideró uno de sus más valiosos colaboradores: Gonzalo Pereira.
“A un Soldado, patriota y valiente, al Gral. Liber Seregni. Con toda estima y con profunda esperanza. Juan Eduardo Azzini 5/2/71”.
En otra página consta, también manuscrito:
“Obsequio de L.S. Gonzalo Pereira – 2006”.
Las ajustadas líneas de la dedicatoria de Azzini serían suficientes por sí mismas para evidenciar un viejo agradecimiento expresado a Seregni por quien fue trascendental figura de aquel gobierno nacionalista. Pero adquieren una especial significación al hacer constar la fecha en que fue estampada: el día de la fundación del Frente Amplio.
Azzini, figura relevante del primer gobierno nacionalista del siglo pasado no solo expresa su estima a Seregni y agradece al militar la gestión en pro de la democracia de trece años antes, sino que lo hace “con profunda esperanza”. ¿Esperanza en el agrupamiento político que nacía, cuya futura actuación estaría en consonancia con la vocación democrática y republicana del general Seregni? Se podría pensar que sí.
Más valor adquiere esa declaración si se toma en cuenta que Azzini fue considerado principal responsable de la Reforma Cambiaria por la oposición de izquierda de la época e incluso se intentó que fuera expulsado de la Universidad de la República por esa causa. Recién en 2015, a los 98 años de edad (44 años después de que destinara esas palabras a Seregni), el Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República lo designó Profesor Emérito, reconocimiento que se le había negado en instancias anteriores.
Finalmente, el obsequio de Seregni a Pereira reitera su reconocimiento al valor político y técnico de este, valor que Gonzalo siempre acompañó con una lúcida apertura científica y mental, que sin dudas daría lugar a la justa evaluación de una norma sustancial en la historia económica del Uruguay.
O sea que nos venimos a enterar luego de tantos años que de no haber mediado Seregni en el cambio de bando hubiera habido un baño de sangre. Seregni fue mucho mas grande de lo que la historia habla de el.