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AL PIE DE LAS LETRAS

 Publicado: 05/05/2021

Tres poemas inéditos


Por Gabriel Weiss


(1)

El día que no vino 
el que no llega 
el menos pensado 
de los días 
tus labios 
me azaharean
me arrincona 
tu ombligo 
tus ojos 
me desdicen 
florecen 
desbordando 
una luz 
contenida 
dulce 
vengativa 
a mí 
un pobre 
gato lleno
de cicatrices 
trepado 
al muro 
de una iglesia 
lamiéndose 
los lánguidos 
minutos 
que le quedan 
voy caminando 
sobre el mar 
como un Cristo 
del tedio 
en una 
estampa griega 
mis pies 
fugaces peces 
juegan sobre 
las perezosas
ondas galileas 
relucientes guijarros 
me saludan 
y un cielo 
de humor 
amarillento 
es un misal 
desgastado 
en las manos 
huesudas
de una mujer 
sola, vacía 
y vieja

 

(2)

Marco Antonio
ahogándose
en el bochorno 
nocturno 
dueño 
de su balcón 
en Menfis 
retira del pliegue
de su túnica 
un insecto 
escalador 
parsimonioso
más osado
que un picto
en la batalla 
un niño
lanzándose
en las dunas 
saca de su cara 
un insecto 
que resbala
en su sudor 
acre y pegajoso 
una mosca 
golpea y golpea 
contra la ventana 
del baño
interfiriendo
con mis abluciones 
cada tanto
lanzándose 
en picada 
me atormenta
zumbando 
en mis oídos 
manotazos 
estériles algún 
insulto al aire 
impasible continúa 
su vuelo zumbando 
ignorando los 
intentos por dar 
punto final 
a ese vuelo burlón 
una luz blanca 
surca todas 
las escenas
entonces
me descubro 
repitiendo 
un nombre 
sin descanso 
no soy yo 
es tu nombre 
en pleamar 
golpeando
las orillas 
de mi corazón 
con la ciega 
actitud 
de los insectos 
en su afán 
de dominar 
el mundo

 

(3)

El viento 
cautivador 
se deleita 
jugando con 
tu pelo negro 
suelto de las
ataduras de la tierra 
flores hipnóticas 
me arrastran 
hacia el más 
placentero 
de los sueños 
si tan solo pudiera
colocarte en el cielo 
constelación
corona de jazmines 
luz viajando 
en la oscuridad 
del infinito
aguas del dolor
se agitan 
en lo más hondo 
de la criba 
del corazón 
el día agonizante 
se resiste a morir 
finalmente se va 
en un estallido 
deflagración 
tiñendo el cielo 
de múltiples 
colores y tu pelo 
giro de luz 
temblando 
en el aire 
abre una herida 
perdurable 
en el corazón
del tiempo

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