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ENTRE EL CERVANTES Y SU ÚLTIMO LIBRO

 Publicado: 06/04/2022

Cristina Peri Rossi: de amores insumisos


Por Taiana Carbonari Galván


¿Cuál es mi casa? ¿dónde vivo? Mi casa es la escritura la habito como el hogar de la hija descarriada la pródiga la que siempre vuelve para encontrar los rostros conocidos el único fuego que no se extingue.

Mi casa es la escritura casa de cien puertas y ventanas que se cierran y se abren alternadamente. Cuando pierdo una llave encuentro otra cuando se cierra una ventana violo una puerta.

“Mi casa es la escritura” (fragmento) – Habitación de hotel (2007)

Cristina Peri Rossi nació en Montevideo el 12 de noviembre de 1941. Multifacética: profesora de literatura, traductora y periodista, destacada en el mundo de las letras como poeta, novelista y cuentista. En 1972, poco antes del inicio de la dictadura cívico-militar, la autora se fue exiliada de Uruguay, nacionalizándose en España en 1975.

Peri Rossi es definida por su carácter fuerte, decidida y combativa, una autora que con el transcurso de los años ha ganado en el mundo de las letras un peso importante, dejando entrever el poder de la palabra. En este sentido, Claudia Pérez, en el prólogo a 56 años viviendo con Cristina Peri Rossi, expresa: “el canon es masculino, la enseñanza así lo difunde, y las escritoras, algo rezagadas, deben de valerse de ciertas estrategias para posicionarse en una zona de visibilidad o, de lo contrario, esperar a que el tiempo repare la reticencia” (2019: p. 11). 

Este último planteo de Pérez es el que me motiva a establecer las siguientes interrogantes: ¿cuáles son sus estrategias?, ¿qué caracteriza la literatura de Peri Rossi que la visibiliza y la transforma hoy en el Premio Cervantes? 

Roberto López Belloso, en un artículo publicado recientemente en la diaria, define a Peri Rossi como: “Feminista y justiciera, es un animal de polis que polemiza sin pelos en la lengua contra las injusticias del mundo, sean el patriarcado, el capitalismo o la imposición de una lengua”.[1] Por su parte, María José Bruña, en un artículo denominado “Cartografía de una emoción inesperada: Cristina Peri Rossi gana el premio Iberoamericano de letras José Donoso 2019”, publicado en 56 años viviendo con Cristina Peri Rossi (trabajo de los editores Claudia Pérez y Néstor Sanguinetti), define a la autora de la siguiente manera:

Peri Rossi nunca se ha callado. No lo hizo durante la dictadura militar uruguaya que prohibió sus textos y la forzó al exilio permanente en una Barcelona de la que hizo su refugio y donde creó su espacio de libertad; tampoco lo hace hoy en día cuando es preciso "pasar por la historia el cepillo a contrapelo" (Benjamin),[2] recordar la condición de la fragilidad de los refugiados, de los exiliados, las mujeres, los homosexuales o cuando es necesario manifestar la oposición a toda forma de nacionalismo constreñidor [...] Su voz se infiltra siempre con total impunidad y descaro en las esferas más canónicas o sagradas, pues su oficio es desmitificar y lo hace con frecuencia con un humor finísimo. (2019: pp. 27-28)

“Mi casa es la escritura”: la casa de una insumisa

Abrir este trabajo citando ese poema como epígrafe tiene como objetivo evidenciar, en parte, lo que con anterioridad explica Pérez. El fragmento del poema denominado “Mi casa es la escritura”, no solo nos permite entender el poder de la palabra y de la escritura para la autora, sino que además, en su lectura completa, deja en evidencia la dificultad del exilio, la pérdida de un espacio propio o si se entiende de forma inversa, la ganancia de ese espacio mucho más amplio, espacio que le corresponde a una “hija descarriada” y que asume el compromiso de escribir, de denunciar, haciéndose de un lugar que va mucho más allá de lo físico: la escritura. 

Ella misma ha definido su lugar en la literatura como multifacético: “una Cristina Peri Rossi muy lírica, muy metafórica, otra muy analítica, otra muy romántica, otra irónica, una muy sensual, otra metafísica, una sentimental y otra racional. Quiero expresarlas a todas, no a una sola”.[3]

Su camino en la literatura comenzó en el año 1963 con la publicación de su libro de cuentos Viviendo, posteriormente le siguieron Los museos abandonados (1968), El libro de mis primos (1969), Indicios pánicos (1970) y La tarde del dinosaurio (1976).

La autora recibió su primer galardón en 1968 en Uruguay, el Premio de los Jóvenes de Arca, y desde entonces ha sido distinguida en varias oportunidades: obtuvo el Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti (2000), el Premio Don Quijote de Poesía o el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso (2019).[4] Y su último y más reciente galardón le fue otorgado el 10 de noviembre del 2021, el Premio Miguel de Cervantes, el máximo reconocimiento a la literatura en lengua castellana.

En el 2020, Peri Rossi publica su última obra hasta el momento: La insumisa, novela autobiográfica que relata la violencia, el amor, la libertad y los vínculos familiares que marcaron su infancia y adolescencia. Con una estructura que transita diferentes etapas de la vida de la autora, un íntimo relato cargado de sensibilidad, dolor y cambios. Desde el recuerdo, Peri Rossi le da voz al personaje de una niña libre, rebelde, firme, despierta y determinada, que sufre en silencio los vestigios de una sociedad machista y de un padre agresivo y alcohólico. 

La historia de La insumisa gira en torno al amor, la sexualidad y la libertad, ejes que han sido parte de su extensa producción literaria, siendo además, en su desarrollo, quienes le dan lugar a la insumisa como tal, una mujer con seguridad, dispuesta a vivir el amor, a ser libre, curiosa y decidida, valiente y combativa, una mujer que escapa del dominio, que escapa de las leyes sociales y los prejuicios.

El relato comienza con una invocación al recuerdo, en donde la autora viste   inicialmente el cuerpo de una pequeña niña de tres años que confiesa tener su primer amor “la primera vez que me declaré a mi madre, tenía tres años” (2020: p. 5). 

El vínculo con la madre es el eje conductor de esta historia, así como también lo es el rechazo a su padre y la violencia que infunde este en su entorno. Los relatos desgarradores de las violentas situaciones vividas no solo nos posicionan como lectores en una atmósfera cargada de agresiones y violencia en todas sus formas, sino que nos permiten ver de forma clara cómo la protagonista siendo una pequeña niña enfrentaba con valentía las agresiones de su padre: “yo me enfrentaba a vos temblando, pero me enfrentaba, y eso te irritaba más aún, no lo podías tolerar” (p. 41). Es específicamente de estos enfrentamientos y de esta valentía que nace La insumisa.

Retomando la figura de la madre, la evocación de la misma no solo la habilita al recuerdo del amor, sino que además es el amor por su madre la que le permite configurar su propia figura: rebelde desde pequeña, valiente, con miedos que no demuestra y con un objetivo concreto: proteger a su madre de la violencia de su padre.

Desde muy chica tuve que vivir en estado de alerta. Era el soldado, el guardaespaldas de mi madre, y esa era una tarea absorbente y peligrosa” (p. 107).

De esta forma comienza el relato la protagonista, que recuerda las penurias propias y las de su madre para sobrevivir a una vida miserable, vida compartida con un hombre huraño, ajeno al hogar y al amor de la familia, que tenía como herramienta la violencia y la agresión, un padre refugiado en el alcohol y la vida errante.

Su madre es caracterizada como una mujer débil, se rendía ante sus ataques y agresiones de forma sencilla, pero a su vez con una personalidad lo suficientemente fuerte para enfrentar sola la responsabilidad de una casa y la crianza de su hija, tolerando la hostilidad interna del hogar: la convivencia entre gritos, amenazas y abandono.

Esta novela intercala además recuerdos que identifican a otros miembros de la familia de la autora, como su tío o su abuela, así como también otros lugares: su estadía en Casupá y los viajes en tren, sus días en la escuela, etcétera. 

El libro se inicia planteando el tema central del texto: el amor. Cabe destacar que es uno de los fuertes ejes temáticos de la obra de la autora. En este caso, el punto de partida es la declaración a su madre, un amor incondicional y perfecto, pero del cual desiste con el paso del tiempo.

El relato está construido desde una continuidad temporal que nos permite ver en las palabras de la autora su crecimiento, el proceso que transitó, la visión de una niña que creció, que entiende el amor y que es capaz de expresarlo de las formas más variadas. “De modo que seguí amando a mi madre, aunque abandoné el proyecto de casarme con ella. También descubrí que podía continuar amándola y amar a otras personas al mismo tiempo” (p. 14).

Se intercalan, a los relatos familiares, historias de amores lésbicos, escenas de sexo, historias que la marcaron y que evidencian una perspectiva rebelde, de ir “contra las normas”, relata su historia de amor a los 14 años con una compañera de liceo bajo el título de “Las anormales”, las que rompen con lo impuesto “si dejar de ser anormal consistía en dejar de amar a Elsa, yo no me sentía capaz de hacerlo” (p. 195). Pensamientos cuestionadores y un gran planteo de lo que la sociedad cuestiona, “el qué dirán”: “La sociedad nos mira todo el tiempo [...] la sociedad tenía muchísimas normas, estaba llena de normas, aunque algunas de ellas me parecían inútiles e injustificadas” (p. 84). Como lo define Benitez en un artículo denominado Evohé, cuerpo y poema: las implosiones del deseo:[5]

Peri Rossi desafió no solo los estatutos de las ideologías artísticas, sino a sus más patentes prácticas sociales vinculadas a formas de vida represivas de toda centralidad sexual heteronormativa. En Peri Rossi el erotismo y la sexualidad procuran la emancipación de varios cuerpos a un tiempo: el cuerpo de sí, el cuerpo de los otros, el cuerpo de la poesía y del lenguaje, el cuerpo social, el cuerpo de la revolución política, social y cultural. En suma, el cuerpo -los cuerpos- del deseo. (2019: p. 223). 

El tema de la sexualidad, el deseo y lo lésbico se evidencia desde su primer poemario, con una lírica basada -como lo explica anteriormente Benitez- en la emancipación del cuerpo, tema que abordará en la narrativa más reciente de la mano de los relatos de La insumisa y Los amores equivocados. Existe en ambas obras una cuestión de autoexploración, contemplación del cuerpo y del deseo, del deseo expresándose en el cuerpo, un proceso de búsqueda, la aceptación y la culpa. Las experiencias que se narran desde lo adolescente en esa insumisa, son protagonistas en cuentos como “La venus de Willendorf”.

En Los amores equivocados la autora reunirá en una serie de historias de amores que están destinados a ser “equivocados”, manejándose como puntos de bifurcación entre el amor y el error: la prostitución, los vínculos inestables, el engaño, la imposibilidad.

En palabras de la propia autora: 

Me di cuenta de que casi todos los relatos que había escrito durante dos años tenían un hilo en común de amores asimétricos, socialmente inaceptados y que a mí me seducían. Creo en la fascinación de lo insólito, de lo inesperado, de aquello que no pasa ni por la conveniencia ni por la razón.[6]

Esto es trabajado por Romina Serrano y Lucía Redes en el libro 56 años viviendo con  Cristina Peri Rossi, en donde definen la conformación de esta obra de la siguiente manera: “Los cuentos de Peri Rossi dibujan una concepción del amor como un acto fallido de reflejo en una realidad distorsionada” (2019). 

Esa concepción de amor como acto fallido es claramente identificable en el desarrollo de la autobiografía, ese casamiento con su madre que no va a poder ser, la admiración por la libertad y el estilo de su tío que termina destruyéndose con la letal frase sobre el lugar que ocupan las mujeres en la literatura: 

Un día harto de esta invasión permanente de su biblioteca, mi tío me detuvo, cuando yo ya huía de su habitación con un libro bajo el brazo y me preguntó:  – ¿Qué te gustaría ser de grande?  – Escritora -contesté sin vacilación-.  Él hizo una pausa y después siguió  ¿Cuántos libros escritos por mujeres hay en esta biblioteca?  – Tres -dije- Un cuarto propio, de Virginia Woolf, una antología de poemas de Alfonsina Storni y otro de poemas de Safo.  – ¿Leíste sus biografías? -preguntó-. – Sí, respondí.  – ¿Leíste cómo murieron?  – Se suicidaron -dije-. – Pues aprende la lección -me dijo-: las mujeres no escriben, y cuando lo hacen, se suicidan. (2020: p. 161)

En estas palabras, atribuidas al tío, vemos el pensamiento de muchos hombres, también mujeres, que consideraban a la literatura como una actividad superior, reservada de ese modo a los hombres. La autora traslada esas palabras que destruyen la base idealizada que con anterioridad se venía construyendo de su tío, ese amor equivocado. El hecho de que la autora desde la literatura deje en claro el lugar que esta ocupa en su vida, muestra la solvencia y determinación con la que la misma se maneja, el hecho de definir la poesía, la literatura, como su casa, de poner en boca de su tío esta cuestión del género, no solo nos habilita a pensar en la fuerte crítica que hace al sistema y por ende al canon literario, sino también a la sociedad.

A modo de cierre, me parece importante destacar que la idea de la insumisión se presenta en la novela desde múltiples perspectivas y no solo a través del amor o la correspondencia amorosa.

Sin embargo, el amor, desde diferentes perspectivas, desde diferentes lugares, va configurando la biografía de nuestra autora y enmarcando la insumisión que la caracteriza. La elección del título de este trabajo combina intencionalmente los títulos de dos obras de la autora, por un lado Los amores equivocados (2016) y por otro La insumisa (2020), en donde el tema del amor, la correspondencia, los caminos que se cruzan, que se bifurcan y que mueven los cimientos de la razón están planteados de forma tal que me resulta imposible no establecer vínculos entre ambos.

Los amores insumisos son los que evoca Cristina Peri Rossi a través de estos diferentes tópicos. Amores que parten de la rebeldía y de la disconformidad. Amar en definitiva como un acto de insumisión.

3 comentarios sobre “Cristina Peri Rossi: de amores insumisos”

  1. Escritora conocida desde sus primeras publicaciones en nuestro país. Luego la distancia y el silencio. Más siempre creando!!! Es admirable.

    1. ¡¡Me alegra mucho leerte!!
      La intención era justamente darle una mirada académica a una lectura muy sensible.
      Seguiremos compartiendo estos espacios, abrazo!

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