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INVITACIÓN A LA LECTURA DE UN LIBRO DE THOMAS PIKETTY
Historia de la igualdad
Por Martín Buxedas
Después de haber vendido más de 3 millones de ejemplares de voluminosos y complejos libros sobre la desigualdad,[1] el economista francés Thomas Piketty sintetiza el conocimiento académico sobre el tema, ampliado en años recientes por la disponibilidad de nueva información. El resultado de esa tarea no defraudará a los interesados en la igualdad.[2]
La desigualdad, afirma el autor, es una construcción social, histórica y política con raíces en relaciones de poder y en visiones del mundo que, en diferentes contextos, explican la evolución de la igualdad y las diferencias entre países.
Para Piketty, en materia de igualdad, todo tiempo pasado fue peor: “Entre 1870 y 2020 se observa una evolución hacia una mayor igualdad de estatus, de patrimonio, de ingresos, de género y de raza en la mayoría de las regiones y países del mundo”.
Esa tendencia se apoya en “mecanismos” institucionales como la igualdad jurídica, el sufragio universal y la democracia parlamentaria, la educación gratuita y obligatoria, los seguros a toda la población, la tributación progresiva y las libertades sindicales.
El desarrollo de esos medios fueron la consecuencia de luchas y revueltas frente a la injusticia, las cuales provocaron cambios en las relaciones de poder, a veces asociados con crisis económicas y financieras como la de la década de 1930 o la de 2008. Pero, advierte Piketty, no se trata de un camino conocido y seguro, ya que, en algunos casos, los poderes e instituciones que sustituyeron a los antiguos no garantizaron un salto hacia la igualdad y la emancipación.
El proceso continúa, afirma Piketty; no se ha alcanzado un estado final y consensuado sobre la igualdad, la situación se asemeja a un compromiso precario, inestable y provisional en permanente redefinición. Todos los mecanismos mantienen deficiencias: “la igualdad jurídica formal, tal y como existe actualmente en casi todas partes, no impide una profunda discriminación por razón de origen o de género, la democracia representativa no es más que una de tantas formas imperfectas de participación política, las desigualdades en el acceso a la educación y la salud siguen siendo abismales, la fiscalidad progresiva y la redistribución deben ser replanteadas por completo a escala nacional y transnacional, el reparto del poder en las empresas todavía está en pañales, la propiedad de los medios de comunicación por parte de un grupo de oligarcas difícilmente puede ser considerada una forma de plena libertad de prensa […]”.
Para avanzar hacia una mayor igualdad, Piketty afirma que será necesaria la redefinición de instituciones y, como en el pasado, crisis y luchas por el poder que abran paso a procesos de aprendizaje y a experiencias colectivas capaces de generar programas políticos y propuestas institucionales exitosas.
En la introducción de un libro que recoge artículos publicados en Le Monde, titulado “¡Viva el socialismo!”,[3] Pikkety se sorprende del paso que dio, de ser un liberal a un socialista convencido de que “hay que pensar en la superación del capitalismo, en una nueva forma de socialismo, participativo y descentralizado, federal y democrático, ecológico, mestizo y feminista”. Para avanzar en esa dirección, menciona algunos mecanismos: entre ellos, la presencia de los sindicatos en los consejos de administración de las empresas, la renta básica universal, aumentos de los impuestos a la propiedad, a la herencia y a las grandes rentas, y una “herencia” universal.
La puesta al día acerca del conocimiento sobre la desigualdad es muy oportuna por la permanente presencia del tema en la agenda pública, por lo menos allí donde hay algo parecido a democracia y libertad. Está presente, siguiendo a Piketty, cada vez que se debaten opciones sobre cuánto y cómo financiar al Estado, la distribución del gasto público, la universalización de servicios públicos, el alcance de los derechos humanos, la posibilidad de una renta básica universal y otros “mecanismos” que permitan avanzar -también retroceder- hacia un objetivo final quizás inalcanzable.
La verdad es que el tema es definitivamente de total trascendencia.Sugiero ponderar la significación que tienen ciertos personajes en la historia que son capaces de arrastrar tras de sí una volcadura de seguidores sin manipular en ellos sentimientos que traicionan el desarrollo genuino . Kínder Jun In en Corea cultiva el Socialismo desde el ángulo de una dictadura de su familia y la promoción del culto a la personalidad donde explota las peores facultades de adulación de las masas ignorantes. Eso no conduce a liberación alguna. La versión contraria de la importancia de la personalidad sería por ej Gandhi . Martín, sin duda lo que comentas lo veo con mucha simpatía porque no niega los avances alcanzados en ciertos aspectos bajo el sistema capitalista . Un sectarismo seria no científico. Gracias por comunicar . Admiro lo qué haces y te aviso que estoy interesado en desarrollar comunicación no solo vía literaria mediante libros . Y dirigirme solo a intelectuales de tu nivel. Quiero intentar llegar a las masas . Hoy el celular es casi universal . Y por ahí anda mucha basura pero debería ser usado por gente de tu nivel también. Cumplí 81 en sept y asumo que andas cercano . Cuidate . Tengo un hermano médico que patrocina el abandono de la proteína animal . 100 gramos de frijoles tiene el mismo grado de proteína que la carne sin grasa saturada o colesterol. Abrazos Gerardo.
Lo que escribiste sobre Pikety es absolutamente trascendente. No se si lo que en adelante sugiero vale . Hay personajes en la historia que comunican mejor que otros. O sea dicen el tema lo que dicen otros pero usan figuras más apropiadas para el lector . Hoy el celular es casi universal , sin embargo el abordaje dirigido a un intelectual de tu nivel es mucho más estructurado que la gente de nivel corriente. Cuenta mucho que veamos que es el socialismo genuinamente democrático y lo que dice Kin Un Tun desde Corea del Norte que usa el término y lo hace desde el patrocinio de su familia durante tres generaciones y la obediencia dictatorial explotando los peores sentimientos de la gente de menor desarrollo del conocimiento.
No es lo mismo Gandhi , por ejemplo. Martín, cuídate. Aprovecho para decirte que cumplí 81 en Sept y asumo que andas cercano. Mi hermano médico cree que la proteína de origen animal tiene daños . 100 gramos de granos de frijoles tienen la misma cantidad de proteínas que las provenientes de la carne, pero las de la carne vienen con grasas saturadas y/o colesterol que obstruyen las arterias mientras las de frijoles no , que además contienen fibras.Abrazos Gerardo.
Salud Gerardo, un gusto en comunicarnos aunque sea por este extraño medio. Comparto lo que dices sobre el socialismo democrático como alternativa al capitalismo contemporáneo. Estamos lejos de que se concrete pero es el faro que, con ese nombre o con cuallquier otro, guía a mucha gente y esperemos que a más en el futuro.
Espero lo mejor para Quisqueya y para vos y familia. Un abrazo, Martín