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AL PIE DE LAS LETRAS
Poemas
Por Fernando Rama
VEINTICINCO AÑOS
Murió Alicia, la que llevaba al Ito
ciego y psicótico, paso a paso
y yo le aliciaba la cabeza.
Murió la muchacha ingenua
muerta en un baldío
que dejó un hijo de cinco años
a cargo de los abuelos.
Murió el muchacho que, drogado
se sentía abrazado por los árboles
en los atardeceres tejanos.
Murió mi amigo maníaco
que se prendió fuego
frente a la casa de su amada.
Murió mi indiferencia
en charcos consultorios
sucesivos a lo largo
de la calle Tellier
La Teja
Montevideo.
PARA DETENER EL TIEMPO
Cuando la D era una puerta
M, movimiento del agua
N, una serpiente
O, un ojo
Los druidas del muérdago y el hinojo
Larga memoria de antepasados
De puertas, de serpientes
De un ojo que se mueve en el agua
Por eso a veces me hago lento
Para que el tiempo no pase
Para que pase el recuerdo
Sin pasar el tiempo
Para que corra el agua
Sin pasar el recuerdo
Para transitar el olvido
Sin que pase la serpiente
Para llenar el ojo
De pacientes olvidados
La complejidad no es
Sumatorio de lo simple
Es un caracol trepando
Por el tronco del verano
Nimiedades, un vendaval
De mal elemental.
(Completaremos la serie en el próximo número de Vadenuevo).