Transgresiones

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TRES TEMAS DE DEBATE

 Publicado: 04/04/2018

El ingreso y el gasto fiscal


Por Martín Buxedas


Los investigadores Leonel Muinelo-Gallo, Andreas P. Kyriacou y Oriol RocaSagalés se dedicaron a estudiar una respuesta a esas preguntas en un documento publicado por el Instituto de Economía de la UDELAR.[1]

Antes de entrar en tema es preciso acercarse a los términos utilizados.

El gasto fiscal es el valor de las erogaciones de todos los organismos estatales (Ministerios, Intendencias, empresas públicas, BPS, ASSE, ANEP, entre muchos otros organismos). Una parte de ese gasto se corresponde con derechos adquiridos por contribuyentes, es el caso de los gastos por el pago de jubilaciones que fueron precedidos por aportes a la seguridad social.

Una pregunta importante es si el gasto público contribuyó a estabilizar la economía o, por el contrario, a exacerbar sus fluctuaciones, particularmente amplias en los países en desarrollo. Se considera que el gasto fiscal es procíclico si su evolución es similar a la del PBI y es anticíclico si no crece tanto en los años de vacas gordas y en cambio aumenta en los años de vacas flacas, la opción recomendada por los técnicos.



SORPRESA: NO TAN AUSTEROS COMO LA PRÉDICA


En todos lados donde se puede opinar hay diferencias en cuanto a la magnitud que deben tener el ingreso y el gasto público.

En Uruguay es bien conocida por la insistencia con la que voceros del Partido Nacional se manifiestan favorables a la reducción del gasto del Estado, particularmente los provenientes de impuestos.

Observando los datos, paradojalmente, el periodo de mayor crecimiento de la relación entre el gasto fiscal y el PBI fue durante el gobierno del Partido Nacional. En 1990 el gasto fiscal representaba el 16,9% del PBI y en 1995, el 24,9%.

Más predecible fue que a partir de 2005, durante los gobiernos del Frente Amplio, el gasto fiscal aumentara más que el PBI, aun cuando éste creció sostenidamente (ver gráfico).

porcentaje del gasto publico total en el PBI  

SORPRESA 2. LAS TRANSFERENCIAS NO CONTRIBUTIVAS SON BAJAS


Mucho se ha debatido por las transferencias del Estado a las familias por las que éstas no han hecho ninguna contribución. El debate ha enfrentado a quienes entienden que fomentan la indolencia, cuando no la vagancia, y quienes sostienen que es un instrumento más de una política social.

La información elaborada por Muinelo-Gallo, Kyriacou y Roca-Sagalés les permite concluir que “pese a las recientes aplicaciones de los sistemas de transferencias orientados hacia la población en condiciones de vulnerabilidad económica, la parte del gasto público de tipo social sigue destinándose al pago de prestaciones contributivas”, agregando que “el peso de las contribuciones no contributivas, ya sea a pasivos como a activos, si bien crece, es marginal”.

Las prestaciones no contributivas crecieron de 0,1% a 0,32% del PBI entre 2004 y 2015 (el Plan de Equidad en este caso). Si bien esas prestaciones aumentaron, la proporción en el gasto fiscal total continúa siendo muy baja, del 1,1%.



NO HAY SORPRESA: EL GASTO FISCAL ES PROCÍCLICO


El estudio de Muinelo-Gallo, Kyriacou y Roca-Sagalés encontró que entre 1988 y 2015 hubo una alta relación entre la evolución del PBI y las siguientes variables: i) el ingreso público, ii) el gasto público total, y iii) el gasto público corriente (sueldos, etc.), así como con las pasividades totales. En otros términos, el ingreso y los gastos públicos bailaban al son del PBI.

Los autores también constataron una baja relación entre las variaciones en el PBI y las observadas en la inversión pública en ese periodo.

En contraste con las relaciones mencionadas, no observaron una relación entre la evolución del PBI y las prestaciones a personas activas, ya que mientras el subsidio de enfermedad y maternidad es procíclico, los subsidios por accidentes de trabajo no tienen una relación significativa con la evolución de la producción.

La investigación reseñada pone en evidencia que el carácter cíclico del gasto público se mantendría aun si las pasividades y pensiones se hubieran actualizado por el IPC y no por el índice de salarios como efectivamente sucedió. En consecuencia, el carácter procíclico del gasto público no fue principalmente por el ajuste de las pasividades según el índice de precios al consumo (IPC) o por el que mide la evolución de los salarios, como es actualmente.



UN HUESO DURO DE ROER


Las consecuencias de una política fiscal procíclica consisten en dejar sin recursos al Estado para enfrentar los momentos críticos de la economía aumentando la inversión y el gasto orientado a reducir el impacto negativo de la caída del empleo y los ingresos. Pero también tiene consecuencias de largo plazo, ya que las fluctuaciones en la economía dificultan la acumulación de largo plazo en recursos materiales y humanos y conspiran contra el crecimiento económico.

Entre las principales razones que podrían explicar la política fiscal procíclica, los autores señalan las variaciones en el acceso al crédito y en los precios internacionales.

Cabe comentar que la principal dificultad para que los gobiernos ahorren en los buenos tiempos es la tentación de satisfacer las demandas sociales (“la voracidad de la competencia entre distintos grupos de interés”), particularmente en la proximidad de elecciones.

La mezcla de voracidad electoral y “voracidad de la competencia” por recursos públicos dificulta una política fiscal anticíclica.

[1] Muinelo-Gallo, L.; Kyriacou, A.P,. y Roca-Sagalés, O. (2018): “El sistema de transferencias fiscales sociales en Uruguay: un análisis de su composición y comportamiento cíclico”. Serie Documentos de Trabajo, DT 01/2018. Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad de la República.

Un comentario sobre “El ingreso y el gasto fiscal”

  1. Al comienzo del trabajo la demanda social (inversiones no contributivas) no parecían tener mayor incidencia ¿cómo es posible que adquieran significación por la tentación de satisfacer demandas sociales? La explicación que se da es por una «tentación demagógica» buscadora de votos. Eso hablaría de la inconsistencia de un gobierno y su pérdida de norte programático.
    Con una balanza equilibrada aunque varíen los precios internacionales ¿no se puede regular el acceso al crédito?

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