Donato Marrero

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¿QUÉ FUERZAS ARMADAS NECESITAMOS?

 Publicado: 07/12/2022

Pocas, pero bien organizadas


Por Fernando Rama


Según el canon comúnmente aceptado, las Fuerzas Armadas, agrupadas bajo la égida del Ministerio de Defensa, tienen el rol de preservar las fronteras territoriales del país, asegurar el espacio aéreo de intromisiones de cualquier tipo, vigilar el extenso mar territorial del Uruguay y cumplir con las misiones de paz comprometidas con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La primera función de las enumeradas se refiere, de acuerdo a la mentalidad castrense, a defendernos de un posible agresor militar, cosa altamente improbable. En caso de que, vaya a saber en qué circunstancias, nos agredan militarmente, nuestras posibilidades de éxito son nulas. Lo que suelen hacer los militares son maniobras imaginativas que les permiten evitar la atrofia muscular de los soldados. Si la mencionada misión consiste en preservar nuestras fronteras del contrabando, una larguísima historia cuenta que por cada contrabandista detectado son cientos los que pasan nuestras fronteras todos los días. Me consta que, al menos en la frontera con Brasil, el oficio de contrabandista es visto con muy buenos ojos, como algo natural y lícito. Es un factor cultural de vieja data.

En cuanto a la segunda función de las enumeradas, referida al espacio aéreo, los últimos tiempos nos han demostrado que son las fuerzas del Ministerio del Interior las que han tenido mayor protagonismo en el principal combate de todos, es decir, la lucha contra el narcotráfico. La lamentable situación de nuestro país, como centro de distribución de todo tipo de drogas hacia Asia-Europa, debiera ser un nuevo objetivo de las Fuerzas Armadas y no un asunto cuya responsabilidad recaiga solo en las fuerzas policiales, incluidas la Policía Caminera y la Prefectura Nacional Naval. 

La defensa del mar territorial uruguayo requiere sobre todo de la adquisición de buques idóneos y una muy decidida apuesta a la formación de personal capaz de lidiar con una tarea que requiere medios caros, logística afinada y pericia técnica sofisticada.

Las misiones relacionadas con el mantenimiento de la paz en algunas zonas de intenso conflicto deben mantenerse, pues, además de ser una fuente de ingresos, constituyen una experiencia de acción militar real. No son meras maniobras o ensayos de aprendizaje.

En nuestro país no existen volcanes ni actividad sísmica relevante. Sí se verifican, de tanto en tanto, fenómenos eólicos de cierta magnitud, como el ocurrido en la ciudad de Dolores no hace mucho tiempo. En estas circunstancias, las Fuerzas Armadas desempeñaron un papel relevante pero insuficiente. La reconstrucción fue posible gracias a la participación de la población civil y al accionar de sindicatos como el SUNCA (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos), sin cuya intervención el restablecimiento de todos los servicios hubiese estado mucho más demorado. Las viejas generaciones recuerdan la catástrofe provocada por las inundaciones del año 1959, donde el rol de las Fuerzas Armadas fue de gran importancia.  

En mi época juvenil, el Liceo Militar funcionaba como una amenaza para todos los adolescentes algo díscolos. Esto parece ser así también en la actualidad, pero este “disciplinamiento” suele ir aunado a un sentimiento de superioridad respecto a la población civil. Esto debe ser corregido mediante la elaboración de un nuevo Plan de Estudios.

Por otra parte, las Fuerzas Armadas no pueden ser una fábrica de coroneles, que después serán generales y cuya ulterior jubilación nos costará un ojo de la cara, un privilegio que nadie comprende en sus fundamentos y que permanece intocado en el actual proyecto de reforma previsional.

No se me escapa, por último, el rol patriótico protagonizado por un puñado de militares durante la dictadura cívico-militar que tanto daño provocó en nuestra sociedad. La figura emblemática fue, sin duda, el general Líber Seregni, acompañado por los generales Lebel, Licandro, Baliñas y muchos otros. Pero tampoco se puede dejar de lado que la mayoría de los integrantes el ejército acompañaron la acción golpista y fueron protagonistas de crímenes de lesa humanidad.

4 comentarios sobre “Pocas, pero bien organizadas”

  1. Estimado Fernando Rama, se olvida de la veintena de Agregados Militares a las embajadas y consulados uruguayos en el exterior, en paises que no tienen ninguna relevancia en terminos de relaciones militares, comerciales o … ?estrategicas?

  2. Apoyado
    Hay que poner el tema en profunda discusion.
    Pienso que la carrera de Defensa deberia ser universitaria, las nuevas amenazas son de altas tecnologias y por decir algo, un ciber ataque puede dejar un pais sin energia, trafico o bancos.
    En eso hay que invertir pienso y dinero
    Gracias

  3. Comparto totalmente la necesidad de analizar en profundidad y sin preconceptos el rol de las Fuerzas Armadas, y el costo/beneficio que actualmente demuestran. Sin embargo analizarlo parece tabú en nuestro país. Ni siquiera las fuerzas de izquierda son capaces de entrarle al tema. Y ahora con la aparición de un partido político que representa sus directos intereses, y que integra el actual gobierno, cada vez parece más remota la posibilidad de llevar el tema a la discusión ciudadana. Es más fácil y parece más redituable políticamente agitar el fantasma de que el gastos en seguridad social es TREMENDAMENTE DEFICITARIO, cuando constitucionalmente no existe tal déficit ya que la propia Carta Magna prevé como fuente de financiamiento del BPS las transferencias del Estado que sean necesarias, que preguntarse si el gasto que se destina a Defensa Nacional es el adecuado y su asignación cumple con los requisitos de eficacia y eficiencia, que los mismos deberían cumplir. Pero en este a caso nadie se le ocurre hablar del DEFICT EN DEFENSA NACIONAL. Asi estamos…

  4. Primero TODOS los militares tienen q dar examen físico todos los años( para saber q están aptos para la misión .
    Segundo reorganizar el escalafón jerárquicos ( cuántos generales tienen la primera potencia ? Entonces hay q ponerse a nivel) así evitamos gastos superfluos .tercero potenciar su conocimiento .
    Cuarto tener armas adecuadas

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