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VADENUEVO DE COLECCIÓN: DEL NÚM. 11 (AGOSTO DE 2009). TURISMO SOSTENIBLE

 Publicado: 01/09/2021

Apuntes históricos y pautas para su desarrollo en Uruguay


Por Ana Salom


Los turistas viajan por su voluntad, los vagabundos (inmigrantes, trabajadores) porque el mundo a su alcance es insoportable, lo local los expulsa. En un mundo desasosegado, el turismo es la única forma humana aceptable del desasosiego.

Zygmunt Bauman – La globalización: consecuencias humanas


El andar, el viajar, ha sido un rasgo inherente a la humanidad, pero la actividad turística nace en la segunda mitad del siglo XIX vinculada a la industrialización, al avance de los transportes y a la paulatina conquista del tiempo libre, finalmente incluida en el Art. 24 de la Declaración Universal de Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1948.

Actividad resultante de la planificación de una comunidad que decide producir y compartir sus recursos y patrimonio con los visitantes a cambio del ingreso de divisas por el disfrute de los mismos.

Esta oferta turística territorial es consecuencia del funcionamiento de un sistema y supone una decisión estratégica enfocada hacia el desarrollo productivo en el largo plazo, en la sustentabilidad. Así se evidencia el efecto multiplicador del turismo y la posibilidad de activar procesos de crecimiento local con la consiguiente redistribución de la riqueza dentro del país y de sus comunidades locales.

El Turismo tiene sus inicios en el seno de la actividad privada, impulsado por el lucro de empresas e individualidades pioneras cuyos ejemplos abundan a nivel internacional y, en el Uruguay, se pueden remontar a la apertura del Hotel Suizo de Nueva Helvecia en 1874 o la fundación del "Balneario del Porvenir" por Francisco Piria, en 1893.

Cuando la actividad evidencia sus potencialidades, comienza a intervenir el Estado para ejercer las funciones de fomento, inversión, planificación y control. Es interesante recordar la carta enviada por José Batlle y Ordóñez desde París, en 1907, aconsejando embellecer Montevideo, "lo que no debe ser considerado un gasto, sino un buen negocio hecho con nuestros vecinos los porteños que dará cada día mejores rendimientos". Idea que se concreta en el decreto de diciembre de 1911.

Los años siguientes verán consolidar inversiones, generar legislación y diversas Comisiones dependientes de diferentes Ministerios encargadas de promover y regular el turismo, hasta que en 1986 se crea el Ministerio de Turismo.

Volviendo al mundo, finalizada la Segunda Guerra Mundial, la industria bélica se muda en industria de paz, promoviendo el confort y el acceso de nuevos sectores sociales al tiempo libre y las vacaciones pagas. El turismo se masifica a través de múltiples factores: beneficios sociales y facilidad de los transportes: el auto y el avión.

El Turismo se inserta en el modelo de desarrollo sin límites, consumidor de recursos a una velocidad mayor que la de su regeneración, contribuyendo a la actual crisis ambiental. La conciencia de esta realidad se ha manifestado en Foros y Conferencias de las Naciones Unidas desde la década del 1970 (Estocolmo 1972; Informe Brundtland 1987; Río de Janeiro 1992; Organización Mundial del Turismo (OMT), Lanzarote, 1995; entre las más destacadas).

El congestionamiento, la saturación y degradación de muchos destinos haría tomar conciencia que otro Modelo era posible: el basado en la calidad, la protección de los recursos naturales y culturales, en la planificación a largo plazo, involucrando a las poblaciones locales en la planificación y en los beneficios (Agenda Local 21).

"El turismo (debe integrarse) en el entorno natural, cultural y humano, debiendo respetar los frágiles equilibrios que caracterizan a muchos destinos turísticos, en particular las pequeñas islas y áreas ambientalmente sensibles. La actividad turística deberá prever una evolución aceptable respecto a su incidencia sobre los recursos naturales, la biodiversidad y la capacidad de asimilación de los impactos y residuos producidos”. (Confr. Turismo Sostenible, Lanzarote,1995).

Por lo tanto, el Turismo Sostenible debe ser ecológicamente soportable a largo plazo, económicamente viable, ética y socialmente equitativo para las comunidades locales. Debe asentarse en la calidad, la investigación y planificación de la comunidad local, el cuidado del ambiente, fortalecimiento de la identidad local, experiencia satisfactoria del visitante, desarrollo duradero, diversificado y basado en los recursos específicos del Territorio

Desde el punto de vista antropológico, el Turismo es esencialmente un encuentro de culturas: residentes y visitantes. La sociedad anfitriona expresada en los servicios públicos, en las empresas turísticas y sobre todo en la hospitalidad de la gente para asegurar una experiencia satisfactoria del visitante.

En la actual sociedad globalizada se han trastocado las coordenadas tiempo/espacio y es posible trabajar alternativamente en diversos países, continentes, o a través de internet para lejanos clientes. Ya no es tan categórica la definición de "turista" de la OMT: "toda persona que realiza un viaje a un lugar fuera de su entorno habitual por un período menor a un año con fines de ocio, por negocios u otros".

La figura del Turista no es homogénea. Hay diversidad de perfiles. Se esfuma la antigua nitidez: ahora trabaja viajando y en esos nuevos "tiempos obligados" descubre atractivos patrimoniales, se hace "escapadas de ocio", entra en relación con los residentes y conoce de modo distinto que el turista tradicional, que, por otra parte, sigue existiendo, pero ha perdido el monopolio de la conducta esperada y esperable.

Esta complejidad requiere la elaboración de políticas turísticas diversificadas, descentralizadas, trabajadas en red, para tener la capacidad de captar nuevos usuarios, retener los antiguos visitantes, desestacionalizar la oferta y disminuir la presión sobre los recursos. Es obvio decir que para elaborar esta compleja ingeniería es necesario contar con personas de calidad, motivadas y comprometidas en el oficio de la hospitalidad. Como reza el título del libro del Arq. Guitelman, son "los artesanos del trato".

Volviendo a la tierra de uno, es interesante examinar la Política Turística entre 2005 y 2008, la que se vio conmovida por "los cortes de puentes" con Argentina, que representaba un 80% del turismo receptivo.

La estrategia se encaminó a contrarrestar esa merma abriendo otros mercados regionales y extra regionales, privilegiando "el gasto" turístico sobre el número de visitantes. Se fomentó el Turismo Interno, el social y la mejora de los productos turísticos existentes. Se generaron ingresos por concepto de turismo receptivo de 594 millones de dólares en 2005, 597 millones de dólares en 2006 y 809 millones de dólares en 2007.

Al mismo tiempo se diseñaron políticas de largo alcance: Plan Nacional de Turismo Sostenible 2009-2020 y, a través del Consejo Nacional de Turismo, integrado por actores privados y públicos, se abordaron diversos temas de los que destacamos la aprobación del Decreto de Reglamentación de Guías Turísticos, que va a generar una mejora en la calidad de los recursos humanos y, por ende, de todo el Sector Turismo.

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