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EDUCACIÓN Y BARBARIE

 Publicado: 06/10/2021

Los resultados académicos y las justificaciones genéticas


Por Julio C. Oddone


Esta situación viene repitiéndose desde hace muchísimos años. Alguna vez conversé contigo y entiendo que Colonia es un departamento muy pujante y el hecho que esté integrado por inmigrantes, por distintas colonias, creo que también, genéticamente, hace que la gente tenga otras formas de ver las cosas y encarar la vida. Siempre lo asocié a esa pujanza que tiene Colonia, a esa cuestión del esfuerzo, del trabajo, de levantarse temprano, de ser proactivos, de tener proyectos. Siempre lo asocié a eso. Jennifer Cherro, Directora General de Educación Secundaria.[1]

Los resultados educativos de las instituciones de enseñanza pública en primaria, secundaria y educación técnica suelen ser justificados por una serie de factores que inciden en los índices de promoción y rezago.

Diversos abordajes teóricos dan cuenta del estudio de los factores que inciden en los resultados escolares, de lo que se ha denominado “fracaso escolar” y que, en su forma más genérica, se refiere a los índices de repetición, deserción y bajos aprendizajes de las alumnas y alumnos.

El fracaso escolar es un fenómeno multicausal cuyas circunstancias son, en algunos casos, internas a la institución, y en otros, externas a la misma, y no es la intención desarrollarlas en este artículo; solamente mencionar 

la línea teórica que responsabiliza al alumno de su fracaso.

El modelo patológico individual focaliza las razones del fracaso en las y los estudiantes y en sus condiciones previas de escolarización: 

psicológicas, sociales, económicas, familiares. (Terigi, 2009)

Estas causas individuales del fracaso escolar se basan en las condiciones propias del alumno y ponen bajo sospecha sus condiciones de educabilidad y las posibilidades de la acción educativa en situaciones puntuales. (Baquero, 2012)

De este modo, la escuela es responsabilizada como la institución que no logra dar respuesta a las expectativas de las y los estudiantes y es acusada de no desarrollarse como inclusiva. (Ainscow, 2012)

Es aquí donde las recientes declaraciones de la directora Cherro cobran especial relevancia por su condición de Directora General de Educación Secundaria y deben, a nuestro criterio, ser revisadas y debatidas.

El fracaso escolar y, por tanto, su figura inversa, el éxito escolar, deben ser analizados desde su propia multicausalidad. Lo que no debe hacerse es adjudicar el éxito en los resultados educativos de una institución a una sola causa y mucho menos a razones de índole genética como las esgrimidas por Cherro para reconocer el “éxito educativo” en el departamento de Colonia.

Del mismo modo, la directora Cherro adjudica ciertas características de un grupo humano: pujanza, proactividad, proyección de vida, a un origen étnico-racial basado en una genética determinada.

¿Qué quiso decir la directora Cherro cuando adjudica a los colonienses, inmigrantes, las cualidades de pujanza, proactividad y proyección de vida basadas en cuestiones genéticas para justificar los buenos resultados educativos?

Argumentos que justifiquen tal afirmación solo podemos encontrarlos en autores y concepciones que sostienen una desigualdad intelectual y la imposibilidad de la perfectibilidad indefinida de los seres humanos (Gobineau, 1937).

Para Gobineau (1937), ningún pueblo ha dejado de existir por el solo efecto del lujo, las malas costumbres, su religión o los buenos o malos gobiernos, ni siquiera por su lugar de origen, más o menos ventajoso en cuanto al clima o la geografía.

Sin restarle incidencia a estos aspectos, Gobineau visualiza como la causa esencial de la formación y disolución de las sociedades que "no circula por sus venas la misma sangre gradualmente pauperada por las sucesivas aleaciones [...] al que llamamos degenerado es un producto diferente, desde el punto de vista étnico". (Gobineau, 1937: 53)

La explicación de la directora Cherro sobre los liceos de Colonia con el término "genéticamente" acarrea un reduccionismo que es inaceptable, porque los rasgos genéticos son idénticos para todas las comunidades humanas y las diferencias se limitan al color de piel, los rasgos y la forma del cabello, pero para nada justifican una diferencia racial.

La pujanza, el esfuerzo, la proactividad o la existencia o no de un proyecto de vida es exclusivo de la forma en que cada persona es y, por supuesto, no es para nada generalizable; mucho menos puede decirse que esté inscripto en su mapa genético.

El racismo construye su relato con argumentos similares, adoptando como diferencias lo que es solamente diversidad, dado que no existe ni puede admitirse ninguna supremacía entre un grupo social y otro, ya que estaríamos admitiendo la discriminación, la construcción de estereotipos y la justificación de la desigualdad.

La explicación genética de ciertos rasgos culturales de un grupo humano que realiza la directora Cherro es "racista y culturalista", dado que visualiza "diferencias en ciertos grupos humanos que no existen en absoluto". (Kattmann, 2021)

Cuando se intenta caracterizar las razas biológicas por propiedades psicológicas particulares, uno se aleja tanto de la verdad científica definiéndolas de manera positiva como negativa […] la confusión entre la noción puramente biológica de raza y las producciones sociológicas y psicológicas de la culturas humanas, la contribución de las razas humanas a la civilización […] se debe a circunstancias geográficas, históricas y sociológicas, no a aptitudes distintas ligadas a la constitución anatómica o fisiológica de los negros, los amarillos o los blancos. (Levi-Strauss, 2000:  27)

Las expresiones de la directora Cherro, en virtud de lo que aquí exponemos, son totalmente discriminatorias, racistas y sin ningún sustento científico. Conforman una clara discriminación institucional al justificar los resultados académicos de los y las estudiantes por razones de índole genética en la conformación de la población del departamento de Colonia.

Las palabras de la directora Cherro se enmarcan dentro de un discurso institucional debido al lugar y la investidura que ocupa, y la racialización de las "diferencias fenotípicas, seriales, culturales, religiosas" son pensadas como si fueran “naturales, esenciales, marcadores de una cierta raza". (Buraschi y Aguilar-Idáñez, 2017: 176)

La directora Cherro naturaliza que una determinada conformación genética de la población -inmigrantes europeos- de Colonia sea la causa de los resultados académicos de los liceos del departamento.

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