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¿QUÉ ES UN CAMBIO ESTRUCTURAL DE MATRIZ PRODUCTIVA?

 Publicado: 03/10/2018

¿Qué matriz productiva necesitamos o es posible para Uruguay?


Por Mario Pérez


Definiciones

Antes de definir qué es un cambio de matriz productiva y sus características, hay que establecer qué entendemos por dimensión ética del desarrollo productivo.

En un documento elaborado por el Departamento de Desarrollo Productivo del PIT-CNT junto con el Instituto Cuesta-Duarte proponemos una definición desde la visión de los trabajadores organizados, en estos términos:

El Desarrollo es un conjunto de políticas centradas en la persona, no en los bienes. Se trata de desarrollar las capacidades de la gente para que pueda realizar lo que considere valioso para sí. Bajar la brecha de productividad con los países líderes, generando empleo decente y de calidad.

Un desarrollo que permita a la población:

  1.         Tener una vida prolongada.
  2.         Disfrute de una vida decente
  3.         Derechos humanos
  4.         Esparcimiento
  5.         Cultura
  6.         Acceso a la educación y el conocimiento
  7.         Sentido de participación comunitaria
  8.         Libertad política
  9.         Seguridad
  10.         Nutrición y salud
  11.         Esta lista se puede ampliar y no está en orden de prioridades.

Si estamos de acuerdo con esta definición, podemos intentar definir qué matriz productiva deseamos para el Uruguay del siglo XXI.

Situación actual

Simplificando mucho, podemos decir que desde 2004 hasta hoy la economía del país no ha dejado de crecer. Este crecimiento está basado fuertemente en la participación de los sectores primarios de la economía, que a través de una fuerte inversión tecnológica han aumentado la productividad y colocado sus productos en mercados fijadores de precios coyunturalmente favorables.

Si bien esos sectores han dinamizado la vida económica del país, no son agregadores de valor, ni generadores de empleo, por lo menos en sus formas extractivas.

Sí lo fueron las industrias que se basan en recursos naturales: lácteos, carne, forestal maderera, molinero-triguera, etcétera.

Crecimiento económico no significa desarrollo.

Las propuestas de desarrollo productivo no son inocentes. Ni asépticas propuestas académicas.

Conllevan profundos intereses económicos y estratégicos.

Las propuestas de desarrollo productivo que vemos en las políticas actuales de Brasil y Argentina, entre otros países, pasan por lograr mayor competitividad por la conocida y transitada vía neoliberal de bajar los salarios y las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Todas sus políticas están enfocadas en destruir los aspectos que más arriba definimos como prioritarios.

Un artículo ecuatoriano sostiene:

“Pero, ¿en qué consiste el cambio de la matriz productiva? Consiste en dejar de ser un país únicamente generador de materia prima, importador y extractivista, para pasar a privilegiar una economía basada en la exportación de una producción diversificada, ecoeficiente, con valor agregado, así como con servicios basados en la economía del conocimiento y en la biodiversidad. En otras palabras, el cambio de la matriz productiva exige generar más riqueza involucrando en el desarrollo productivo otras líneas de acción ligadas al talento humano, a la tecnología y al conocimiento, capaces de lograr un desarrollo sustentable y sostenible”. (Artículo de “Crónica”, citado en la bibliografía.)

Para el cambio de la Matriz productiva se necesita gestión y coordinación.

Para ello es indispensable contar con agencias que lideren el proceso.

En este momento pensamos que quienes tienen responsabilidad directa en este proceso son el Gabinete Productivo o de la Innovación, la OPP y la Secretaría para la Ciencia y la Tecnología.

Hoy, en nuestro país, se sigue pensando desde el gobierno en un desarrollo que sea integrador, sustentable, ecoeficiente y que dé bienestar integral a toda la población.

Si acordamos que el desarrollo implica las condiciones que definimos antes: esperanza de vida, educación, en definitiva condiciones para que la gente realicen sus anhelos, ese cambio estructural se viene realizando.

Muchas luchas nos ha costado esto a los trabajadores.

Hoy, las expectativas de la población parten de lo ganado. Y está bien, es natural.

Nuestro desafío es visualizar los caminos para continuar asegurando lo logrado, encontrar las formas futuras del desarrollo y adelantarnos a los cambios que ya se estiman en los futuros puestos de trabajo. La incorporación de las tecnologías 4.0 provocarán profundos cambios en el paisaje económico y del trabajo.

El Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad, de la OPP, ha publicado 52 proyectos que implican políticas de desarrollo.

En su mayoría son políticas de corte transversal. Es decir, son facilitadoras del desarrollo, pero están a disposición de quienes quieran aprovecharlas, dejando a las fuerzas del mercado decidir si las toman o no.

Recientemente se presentó una investigación profunda sobre el análisis de las políticas de desarrollo en Uruguay. Es un trabajo solicitado por la OIT a la Facultad de Ciencias Sociales.

Allí, y en el acto de presentación, autoridades, academia y representantes del sector productivo coincidimos en que se han desarrollado muchas políticas de apoyo al desarrollo, pero que faltan las políticas sectoriales. Las enfocadas en un sector productivo, donde se pueda aplicar la atención del Estado y de los sectores de la ciencia y la tecnología en forma intensiva.

Hoy el sector de la investigación, ciencia y tecnología tiene una vida propia, mayoritariamente ajena a los sectores empresariales.

Esto por responsabilidad de ambos: los empresarios no incorporan investigadores y la academia no sale a buscar empresarios.

En base a estas condiciones, proponemos:

Intentar un consenso hacia un Plan Nacional de Políticas de Desarrollo Productivo del país, que contemple:

1.        Continuar apoyando el desarrollo de los sectores primarios ya que representan una ventaja competitiva para el país.

2.        Dirigir las condiciones para la Inversión Extranjera Directa para que incluyan componentes nacionales y transferencia de tecnologías y conocimiento.

3.        Continuar con las políticas de desarrollo productivo de corte transversal que favorezcan la competitividad nacional, como generadores de empleo y calidad del empleo. Los 52 proyectos del SNTPYC

4.        Enfocar políticas de desarrollo en las empresas públicas.

5.        Apoyo decidido a los sectores de la economía social, cooperativismo y autogestión.

6.        Definir políticas sectoriales. Definir sectores con potencial de desarrollo y aplicar políticas específicas. Habrá que seleccionar sectores con capacidades de desarrollo, generadores de empleo de calidad, competitivos.

A su vez, prever soluciones para aquellos sectores que vayan quedando fuera del mercado, reciclar la formación de sus trabajadores, etcétera.

Proponemos poner atención en sectores que ofrecen oportunidades:

  1.         Sector pesquero
  2.         Sector lácteo
  3.         Sector molinero-triguero
  4.         Sector químico-farmacéutico
  5.         Sector cárnico
  6.         Sector forestal maderero (el SNTCYP ya comenzó hoja de ruta en este sector)
  7.         Turismo
  8.         Biotecnología y nanotecnología
  9.         Tecnologías de la información y las comunicaciones
  10.         Sector metalúrgico–marítimo naval y de autopartes.
  11.         Redirigir toda la institucionalidad dedicada a la innovación, ciencia y tecnología a generar conocimiento sobre sectores en concreto que produzcan resultados como país, con énfasis en la innovación.
  12.         Mejorar la coordinación de las ofertas de formación y educación para el desarrollo.

Estrategias

  • -        La participación de los trabajadores en la toma de decisiones. Aprovechar las oportunidades. Hoy participamos activamente en el INACOOP-FONDES, INEFOP, Departamento de Desarrollo Económico de la IMM, Consejo Consultivo de la Agencia Nacional de Desarrollo de la OPP, CONICYT, AGESIC, UDELAR, UTU, etc.
  • -        Difundir y apoyar las propuestas de los trabajadores de las Empresas Públicas para la mejora del trabajo y de la población.
  • -        Lo mismo para los trabajadores de la Economía Social.
  • -        Defender la consideración de los proyectos de cadena de valor para que se apliquen políticas sectoriales específicas y dirijan los proyectos de investigación y desarrollo académicos a estas actividades.
  • -        Estudiar una propuesta de soberanía alimentaria como forma de encadenamiento de diferentes sectores.
  • -        Continuar promoviendo la formación de todos los trabajadores como forma de desarrollo personal y de sus capacidades para defender sus condiciones de empleo y de vida adecuadas a los cambios globales actuales.

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