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“EL MERCADO APOYA A BOLSONARO”

 Publicado: 07/11/2018

¿Quién es “el mercado”?


Por Martín Buxedas


“EL MERCADO APOYA A BOLSONARO”. Así titulaban los medios de comunicación dos días después de la votación que dejó al candidato de ultraderecha como casi seguro presidente de Brasil, algo que se confirmaría poco después. ¿Cómo supieron que esa era la opinión del “mercado”?

Es muy sencillo: los periodistas miraron las cotizaciones de la Bolsa de Valores de San Pablo del día anterior y constataron que el índice BOVESPA había subido 4,5%, clara señal de beneplácito de los mercados.

El BOVESPA es un indicador de la evolución de los valores de las principales firmas que cotizan en la Bolsa de San Pablo, cinco de las cuales participan con el 40%: Itaú Unibanco PN (10,492%), Vale ON (9,946%), Bradesco PN (7,755%), Ambev ON (6,875%) y Petrobras PN (5,251%).[1]

En la elección de Brasil coincidió la opinión del mercado y de la mayoría de los ciudadanos, aunque muy pocos de estos tenían alguna idea de quién era su circunstancial aliado.

El anonimato que asegura la expresión “el mercado” puede ser una buena opción, si se acepta la afirmación del profesor Galbraith: “es posible que la mejor táctica para los más influyentes sea la de ocultar el poder que disponen”.[2]

TAMBIÉN A MACRI. Dos días después de la elección presidencial argentina en primera vuelta, el 25 de octubre de 2018, los titulares de los medios informaban la opinión de los mercados: “Mercados festejaron el triunfo de Macri y su capital político”. Un apoyo con consecuencias que un gobierno no puede ignorar, según comentó un medio: “El mercado financiero argentino respondió ayer lunes con alzas generalizadas de precios ante un respaldo electoral considerado vital para el gobierno de Mauricio Macri”.

No debe esperarse, sin embargo, que los apoyos mencionados se mantengan intactos. La bolsa de valores de Buenos Aires, por ejemplo, en 2018 tuvo una fuerte caída en valores nominales: ¡bajó en pesos! La explicación de estas idas y vueltas es que el mercado de valores se altera por múltiples factores que están en permanente cambio, así como por la difícilmente predecible reacción de los operadores, según se amplía más adelante.

¿Quién es el señor Mercado? Considerando su capacidad de opinar, se llamará así a los mercados de valores y, en consecuencia, no a los mercados en general.

El señor Mercado es el ámbito de encuentro entre compradores y vendedores de monedas, o de papeles emitidos por gobiernos, el sector privados, o asociados a precios de productos.[3]

Los mercados de valores pasaron a ser un medio importante para relacionar a los inversionistas con los empresarios que necesitan fondos cuando el eje del capitalismo se trasladó de la empresa familiar a la gran corporación.

Queriéndolo o no, esos mercados también cumplen otras funciones además de la mencionada; entre ellas, la de expresar la opinión política de sus participantes, el tema de este artículo.

NO VOTA NI ES VOTADO, PERO… Se conoce, y en esto hay unanimidad, que el señor Mercado no vota ni es votado por la ciudadanía y por lo tanto no es parte de la democracia representativa, como lo son el gobierno, el poder legislativo y el judicial. Tampoco es una cámara que represente determinadas empresas y exponga sus opiniones públicamente.

UN BIPOLAR VOLUNTARIO. Uno de los rasgos manifiestos del señor Mercado fácilmente comprobables es su bipolaridad. Transita a una velocidad vertiginosa entre la euforia y la depresión con una extrema sensibilidad frente a algunos acontecimientos de la economía y la política.

La bipolaridad del mercado tiene una característica distinta a la humana: las altas y bajas son el resultado de un conjunto de operadores con expectativas y criterios diferentes. La estricta normativa que rige los principales mercados de valores no deja afuera a quienes esperan obtener beneficios de esas variaciones en los mercados.

No es extraño entonces que los vaivenes del señor Mercado sean el centro de atención de una legión de profesores (algunos de ellos premio Nobel) y otros profesionales, así como de gurúes que destinan su tiempo a identificar valores subvaluados (para comprar) o sobrevaluados (para vender).

POCOS PERO PODEROSOS. El corazón del señor Mercado es un colectivo conformado por pocas firmas de grandes dimensiones capaces de influir en las alzas y bajas de los precios en las bolsas y en los tipos de cambio, entre ellas los fondos de inversión de diversa naturaleza.[4] En la mayor bolsa de valores del mundo, la de Nueva York (NYSE), se cotizan valores de 2.300 compañías, una cantidad insignificante aunque representativa de las grandes empresas del mundo.[5]

Las preferencias del señor Mercado no derivan de pasiones negativas; si bien teñidas de ideología y factores subjetivos, responden a los intereses de las empresas participantes: just business.

EN LAS BOLSAS SE COTIZAN VALORES. TAMBIÉN SE EMITEN OPINIONES. Las opiniones del señor Mercado no se publican ni llevan firma y cédula de identidad como se exige para tantos trámites. Para conocerlas es necesario recurrir a la sentencia bíblica: los juzgaréis por su obra.

Con la mirada puesta en los negocios, las preferencias del señor Mercado se dirigen a los políticos, partidos, organizaciones y profesionales comprometidos con la rebaja de los impuestos, la reducción de los controles a las empresas, la venta de empresas públicas: el tipo de política que se conoce como de derecha.

El instrumento utilizado por el señor Mercado son las variaciones al alza o a la baja de los valores, con lo que condicionan a los políticos que aspiran a gobernar o a los gobiernos. La marcha de los mercados a veces estimula a los gobiernos y otras los hace retroceder ante la expectativa de derrumbes en la moneda o de la bolsa de valores y el retiro de inversiones.

SIN POSICIÓN EN MATERIA DE DEMOCRACIA Y PROBLEMAS SOCIALES. Sabemos algo más de la personalidad política del señor Mercado: la democracia y la situación social no le provocan espasmos porque confían en su capacidad de adaptarse a distintos escenarios. Puede alterarse con subas y bajas en las cotizaciones por un conflicto en una región petrolera que genera escasez de petróleo, pero no por los muertos en la guerra. Y puede adaptarse a operar en cualquier país capitalista (casi no quedan de los otros); en China o en Suiza y en el Chile de Pinochet o de Bachelet.

Tampoco se alteran las cotizaciones por la evolución, para bien o para mal, de la pobreza, la exclusión social, el desempleo, el machismo o el deterioro ambiental. Esos cambios normalmente no alteran sus negocios.

UN PODER CONCENTRADO EN LA SOMBRA. El señor Mercado no es parte de la democracia representativa pero tiene opinión política. Los pesos pesados que lo integran son pocos, con mucho dinero, con una proyección internacional y creciente presencia del sector financiero.

No es descabellado considerar que los grandes operadores de las Bolsas de Valores sean parte de una oligarquía, ya que se trata de un pequeño grupo con influencia en la política.

La expresión “oligarquía”, si bien muy antigua, había dejado de utilizarse hasta que la rescataron dos prominentes profesores de Estados Unidos y premios Nobel de Economía. Uno de ellos, Paul Krugman, publicó un artículo bajo el título “Oligarquía estilo americano”; el otro, Joseph Stiglitz, afirma que “El 1% es la oligarquía dueña del poder económico y político e interesada en las guerras para extender sus negocios”.[6]

En todo caso, un poder que vale la pena conocer.

3 comentarios sobre “¿Quién es “el mercado”?”

  1. Es importante que hayan personas que se dediquen a levantar la punta del velo de quienes corrompen los países.
    Uno se siente como un pez inmerso en aguas contaminadas pero que no tiene opción de salida (por lo menos a corto plazo). Gracias Buxedas.

  2. Estimado colega y profesor, soy egresado de 1971/72, muy buen artículo que me clarifico el concepto de mercado , cosa que entiendo no es fácil comunicarlo.- Mis saludos compañero Buxeda.-

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