LA ÚLTIMA EDICIÓN

Nos vamos

No encontrarán aquí una despedida lacrimógena ni grandilocuente, ello no condeciría con nuestro perfil hasta la fecha. Simplemente, estamos aquí para agradecer, recomendarles esta edición de Vadenuevo y contarles cómo seguir consultando nuestros artículos y colaborando con el sostenimiento de nuestro hosting, que es lo que permitirá que el rico acervo generado en 15 años no desaparezca.

En primer término, deseamos manifestar nuestro agradecimiento a todos aquellos lectores, colaboradores, amigos, que han tenido la deferencia de enviarnos mensajes de salutación ante la noticia de este cierre. Los hemos recibido a través de nuestras redes sociales, como comentarios a la nota editorial de nuestra edición pasada -donde comenzáramos esta despedida- o por medio de mensajes personales. Nos han gratificado y regocijado grandemente, haciéndonos sentir que la tarea valió la pena.

Ante la consulta de si continuaremos “en el aire”, respondemos afirmativamente. Consideramos imprescindible realizar el máximo esfuerzo para que el trabajo, las ideas y la creatividad de los centenares de hombres y mujeres que colaboraron con Vadenuevo permanezca accesible tanto para sí mismos, los autores, como para el público lector en general. Por lo tanto, mantener el hosting (el alojamiento virtual del material) es crucial. Dado que, por el momento, para lograrlo, el vil metal no puede sustituirse, les recordamos nuestra cuenta en el Banco de la República Oriental del Uruguay (CA 000994860-00003), en caso de que alguno de ustedes, lectores de Vadenuevo, deseara aportar su granito de arena. Seremos muchos los agradecidos.

En otro orden de cosas, pero en el mismo sentido, ¿cómo continuar accediendo a esos artículos?, ¿dónde buscarlos? La revista ha tenido dos períodos en materia de alojamiento y diseño web, los que determinan las características de esa búsqueda.

Si el material se encontrara ubicado desde el número 114 (marzo de 2018) hasta el 179 (no incluimos el número actual, el 180, ya que quedará como Portada), en el cuadro “Buscar” de nuestra página principal se puede escribir el autor, el título o palabras clave del artículo y allí se desplegarán todos los que contengan la mención realizada.

En caso de que la búsqueda estuviera vinculada a material previo, desde nuestra primera edición hasta la número 113, allí el procedimiento es más complejo: se debe ingresar a nuestra sección “Colección”, en el menú, y allí dirigirse a “Búsqueda de Artículos y Entrevistas”, marcar la opción “Autor”, “Entrevistado” o “Al pie de las letras” (nuestra espacio literario) y seleccionar el nombre deseado de la lista que aparece y que puede desplegarse. Luego de seleccionado el autor, al oprimir “Buscar”, se podrán ver los datos de la edición, el nombre del artículo y su encabezado, e ingresar a él.

Los invitamos nuevamente a leernos y a repasar los centenares de obras artísticas que han ilustrado nuestros artículos. Ese ha sido uno de nuestros diferenciales. Otro de ellos, el que los autores no tuvieran límite de caracteres. Esto ha permitido que, en muchos casos, se generaran verdaderos ensayos en torno a diversos temas, valor que se suma al hecho de que siempre, y únicamente, publicáramos material inédito.

Para esta edición final, además de a nuestros articulistas habituales de la última época, invitamos a una serie de antiguos colaboradores y amigos de la revista a acompañarnos. Afortunadamente, muchos de ellos nos honraron accediendo a la invitación y haciéndose un espacio para poder brindar su aporte. De ahí que podamos disfrutar de una edición recargada de Vadenuevo, plena de valiosos artículos, que nos permitirán seguir en contacto mucho más allá de estos primeros días de agosto. (Por ello, y gratificados estamos, debimos posponer nuestra tradicional salida de primer miércoles de cada mes).

También decidimos incluir, en este número especialísimo, algunos de los importantes artículos de nuestra colección como forma de recordar a queridos compañeros de ruta que fueron bastiones de este proyecto periodístico-cultural y que, por distintos motivos, no nos pudieron acompañar en este cierre.

Nos vamos, pero dejamos mucho material de consulta. Por lo tanto, ¡a leer, señores!, ¡a leer, señoras!

Vadenuevo ha sido un medio independiente cuyo propósito, desde el primer día, allá por octubre de 2008, fue contribuir a la reflexión, la crítica y la edificación de nuevos horizontes en temas de economía, sociedad, política y cultura.

Hemos sostenido desde nuestra presentación, y hemos intentando demostrarlo a lo largo de nuestra trayectoria, a través de la política editorial que hemos llevado adelante, que la edificación de buenas cosas para la convivencia supone esfuerzos, imaginación, cabezas abiertas y seriedad, lo que no excluye sino que convoca la alegría de estar aportando al debate democrático, a la construcción colectiva, a la revitalización del verbo de la solidaridad; que revertir fragilidades requiere esfuerzos de creatividad, de innovación, de investigación, en los que los aportes académicos son insustituibles; que los bienes culturales no son adornos sino energías críticas y transformadoras que pueden aportar a mejorar la sociedad; que el papel de las fuerzas sociales y sus organizaciones debería ir más allá de la defensa de sus legítimos intereses sectoriales; que debemos mirar sin temores las debilidades nacionales que no tienen procedencia económica ni atañen a nuestra pequeñez material en el globo terráqueo, sino a nuestras limitaciones para materializar el más difícil de los cambios: el de nuestras cabezas; que en el terreno político será imprescindible la audacia para construir políticas de Estado, de cimientos sólidos y largo aliento; y que en ese mismo terreno sería mejor que las ideas se valoraran más por su contenido y menos por su origen.

Reiteramos el reconocimiento a nuestros lectores y colaboradores, a quienes han hecho posible que Vadenuevo haya sido leída y vista, escrita y corregida, diagramada y colgada en el espacio virtual, financiada, recibida y compartida, estimulada a seguir y ayudada a crecer y a existir.

Asumimos que cada uno de ustedes tendrá su propio balance de nuestra tarea.

Nuestro agradecimiento perdurará.